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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Nadie lo dudaba y todos lo sabían

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura1 min
Internacional14-09-2015

Nadie dudaba y todos sabían que Leopoldo López iba a ser condenado. Este opositor, encarcelado desde hace 18 meses, ya conoce cuál es su sentencia: casi 14 años de prisión por instigar y participar en las manifestaciones de principios de 2014, en las que perdieron la vida 43 personas.

De nada han servido los alegatos de defensa del reo, ni que este se entregara en cuanto supo que iban a por él, ni las presiones internacionales... El Gobierno venezolano es experto en manejar los hilos institucionales y quería un castigo ejemplarizante, como así ha sido.

La decisión judicial ha vuelto a mostrar la enorme polarización social existente en el país. Mientras los chavistas lo celebraban (incluso a algunos les parecía poca la condena), los opositores protestaban por lo que consideran una acusación arbitraria, sin pruebas, y un proceso sin garantías.

Leopoldo López, desde la cárcel, ha pedido tranquilidad a sus seguidores y cree que es una buena oportunidad para que la oposición aúne esfuerzos para las elecciones legislativas de principios de diciembre. Esta no es una cuestión baladí porque, hasta ahora, las discrepancias entre los principales líderes opositores han sido perjudiciales para ellos y han beneficiado al Gobierno.

Aunque la oposición se una, López o es muy optimista o parece que se olvida de que Venezuela ha ido perdiendo calidad democrática desde que Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, dirigen el país. Pocas cosas se escapan al control de un régimen al que es muy difícil quitarle el poder, y aún más a través de las urnas.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD