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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Hay una carta para ti

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España07-09-2015

El arranque oficial de la campaña en Cataluña está dejando un interesante prólogo de intercambio epistolar en el que sólo falta Piqué escribiendo su 'Carta a los aficionados de La Roja'. Justo ahora que ya habíamos asumido que la vida es todo aquello que cabe en 140 caracteres y fuera de eso nada merecía nuestra atención. Es tal la repentina afición de los políticos por escribirnos cartas que dan ganas de bajar al buzón ilusionados con encontrar algo distinto al folleto del restaurante chino o la correspondencia que el banco le sigue mandando al anterior inquilino (al que imagino a estas alturas fugado en el Caribe). No descartemos que ahora que Rajoy va a colocar las elecciones en Navidad, la propaganda electoral nos venga adjunta con un christmas. El último ha sido Más, quien ha escrito una misiva a todos los españoles para responder, en tono agraviado, a la que el expresidente González dedicó a los catalanes días antes.

Contraataca Mas por el flanco de la comparación que hizo Felipe entre la deriva independentista en Cataluña y los movimientos fascistas del siglo pasado. Se confirma así que González cometió ahí el error de servir en bandeja a los aludidos la oportunidad de que le silenciasen el todo exagerando la parte. Agarrándose al comodín de “¡ha dicho nazi!” para no leer nada más. El propio Felipe ha explicado sus palabras en una entrevista sin necesidad de glosar las diferencias entre Sor Lucía Caram y el doctor Mengele. Le ha bastado recordar que eso de anteponer el sentimiento de agravio y las ideologías de una parte a la ley de todos es algo que, efectivamente, no es nuevo en Europa. El problema en este caso es que la Ley acaba diciendo a los independentistas que para lograr su objetivo, su opinión cuenta lo mismo que la de un señor de Murcia y otro de Badajoz. Y en eso andamos atascados desde hace mucho tiempo en el que se han inventado todo tipo de ofertas que al independentismo, o le han parecido insuficientes, o resultaron tener fecha de caducidad. Porque al cabo del tiempo siempre han querido más. Y así hemos llegado hasta aquí. O hasta aquí hemos llegado.

En la misma entrevista González abre la puerta a que Cataluña sea reconocida como nación en una futura Constitución. Quizá Felipe se hubiese ahorrado esto si Aznar (ya estamos todos) no hubiese celebrado su carta anterior como una vuelta “al redil”. Eso a Felipe no le gustó y responde con una de arena, que sirve además como homenaje a la tradicional ambigüedad del PSC. Cae con ello en la trampa del hecho diferencial, como sospecha la Guardia Civil, completamente ajeno a la supuesta honradez emprendedora del catalán frente a la corrupción generalizada del pícaro español. No, el pretendido hecho diferencial vaticina una fuente de agravios, en este caso más justificados. Lo explicaba Savater hace unas semanas en El País:”si A difiere de B, también B difiere de A. Parafraseando el lema de Rebelión en la granja, la novela de George Orwell, todos somos diferentes y no hay unos más diferentes que otros”. Y no seré yo quien diga que el catalán merece más premio que el galego, por ejemplo, o que las particularidades que tendrá cualquier región española que, seguro, son muchísimas, pero se las oye menos.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio