ANÁLISIS DE CULTURA
Los críticos de la corrala
Por Marta G. Bruno
2 min
Cultura22-07-2015
Una cita de Voltaire despertó la crítica en la corrala de las nuevas generaciones:
“Si hubiera habido censura de prensa en Roma no tendríamos hoy ni a Horacio ni a Juvenal, ni los escritos filosóficos de Cicerón”
Desatada la tormenta, recibía algún que otro comentario: “¿Pero es que alguien lee a Voltaire?” “¿A quién le importan Horacio o Juvenal?”. Entonces en mi interior se desataba un sentimiento de incomprensión absoluta, sobre todo cuando esos mismos comentarios estaban escritos por colegas de profesión. Porque no sólo ellos mismos tiraban piedras sobre su propio tejado, sino que además daban a entender que la casa se ha construido directamente por el tejado. ¿Ha pasado demasiado tiempo para que nos hayamos olvidado de ellos? Es como si por un momento descuidáramos el pasado del país hoy tan pronunciado como es Grecia, pero también cuna de la democracia. Es como si hubiéramos reseteado la historia a la era APPLE. Como si nada de lo que ha ocurrido hasta ahora sirviera de algo.
Tengo el mismo respeto a los filósofos clásicos que a un cirujano por el valor que entraña su profesión desde dos puntos de vista completamente antagónicos y a la vez cargados de una similitud: el coraje.
Y para todos aquellos a los que se les haya podido olvidar por qué estamos aquí. Por qué contamos con parlamentos, asambleas (no, no las ha inventado Podemos, pese a que les hubiera encantado hacerlo). Por qué votamos cada cuatro años (aunque muchos siglos haya costado). Porque ellos fueron los primeros en esforzarse. Nosotros tan sólo nos dedicamos a recoger sus frutos siglos después.
Quinto Horacio (65 – 8 a.C). El principal poeta lírico y satírico de la época, hijo de esclavo. Elogio del carpe diem y la vida retirada, rozado por el epicureísmo, en él se inspira tanto Fray Luis de León como Garcilaso de la Vega. Epodos con abundante crítica social, la misma que ciertos orwellianos pretenden hacer desaparecer con la excusa de eliminar los medios privados cómplices de la “extrema derecha y el fascismo”. “¿Quién es libre? ¿sólo el que sabe dominar sus pasiones?” “Todos los tiranos de Sicilia no han inventado nunca un tormento mayor que la envidia” “Quien vive temeroso nunca será libre”. Frases tan simples como atemporales. ¿Quién puede vivir temeroso hoy? Nadie. Hace no tanto, todos. ¿En el futuro? Quién sabe.
Juvenal (60 d.C- 128 d.C) criticaba con dureza la Roma pagana. Críticas feroces hoy quizás no bien comprendidas. Retóricos como Cicerón, puñales de la época, oratoria hoy tan desgastada. Elocuencia hoy perdida entre caracteres. ¿Alguien los lee hoy? Sólo si sus portadas ofrecen hipnotizadoras ilustraciones, si aparecen en los estantes cercanos a la puerta de la librería y obtienen un descuento. Quizás, con la frase “Lea a los clásicos para entender el presente” la opinión de los críticos de la corrala cambien de opinión.
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Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press