Los escándalos financieros hacen tambalear las bolsas internacionales
Por Rodrigo Marciel Ibáñez
2 min
Economía13-07-2002
La semana bursátil se ha cerrado con unos resultados pésimos para los parqués internacionales. Se atribuye esta crisis a los continuos vaivenes de varias empresas norteamericanas, lo que provoca una considerable falta de confianza en los inversores que cada vez se muestran más reacios a jugarse su dinero en la Bolsa.
Hablar de la Bolsa en estas últimas semanas se ha convertido en hablar de la crisis financiera de una determinada empresa. Si el parqué de Wall Street se mueve, arrastra inevitablemente a sus homónimas europeas. La empresa estadounidense WorldCom protagonizó hace poco la última crisis después de la conocida Enron. Ello tiene su inmediato reflejo en la Bolsa, espejo de la economía mundial y mucho más si hablamos de la superpotencia, Estados Unidos. Las caídas de la Bolsa de Nueva York afectaron de manera inmediata a las bolsas del viejo continente en el cierre de la semana. En España, el Ibex 35 (que agrupa a los 35 valores más cotizados) se anotó la tercera mayor caída del año con un 3,22 por ciento, mientras que el índice de la Bolsa de Madrid fijó un nuevo mínimo anual al perder el 3,15 por ciento, todo ello el pasado jueves. En el último día de la semana las bolsas europeas parecían registrar una cierta mejoría pero el retroceso de Wall Street frenó las expectativas de los mercados del viejo continente. El índice selectivo Ibex 35 de Madrid despidió el último día de la semana con un avance del 1,31 por ciento tras una semana más que difícil, en la que se dejó un cinco por ciento; mientras que el Dow Jones de Nueva York perdía el dos por ciento a una hora del cierre. Duke Energy ha sido el último caso que ha hecho un fuerte impacto en las bolsas. Afortunadamente para Europa, la noticia de que la Fiscalía General de EE UU solicitó a Duke Energy los registros de transacciones de ventas de gas natural y electricidad, llegó casi al límite del cierre, que aunque frenó la recuperación tras la mala semana, no terminó de afectar a los parqués europeos.