ROJO SOBRE GRIS
Qué sería del mar sin las olas
Por Amalia Casado
1 min
Opinión26-09-2014
Fue mi madre quien abrió la puerta. Solté las maletas en la entrada y me acerqué al sofá. Estaba allí sentado. Estaba despierto, y estaba contento. Olía a papá: dulce, con el suave aroma tostado característico de su piel. Mi padre siempre huele así, siempre huele bien, y siempre huele a él. No importa el perfume que use: tiene el poder de convertir todos los olores en el suyo propio. Me incliné sobre su mejilla para darle un beso. Y me dijo: - Qué sería del mar sin las olas. Así nos recibió el verano: con este qué sería mi vida sin ti. Porque eso es exactamente lo que mi padre quería decirme: qué sería mi vida sin ti. Lo hizo con las palabras que en ese momento le salieron. Lo hizo así porque no encontraba otra manera de decirlo. A veces le pasa esto: que no recuerda cosas, y que a las palabras les gusta jugar al escondite con él. Pero su olvido se llena de poesía, como aquel día, y nos lleva a otro lugar donde no hacen falta letras ni recuerdos. Es un lugar donde nos vemos mejor, un lugar más adentro y más arriba. Es un lugar donde todo es quererse: sólo quererse. Qué sería del mar sin las olas. Qué sería mi vida sin ti. Rojo sobre gris a las olas: cada una distinta. Única. Irrepetible. Cada una, y todas, mar.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo