ANÁLISIS DE ESPAÑA
No es otro artículo sobre política
Por Alejandro Requeijo
2 min
España08-09-2014
Todo era maravilloso aquellos años. Y creímos que esa abundancia sería para siempre. Eran los años en los que todo entraba. Todo salía bien. Siempre ganábamos. Nunca perdíamos. El presente era nuestro ¿y el futuro? el futuro también. España era el modelo a imitar. No había complejos. Lucíamos en todos lados. Orgullosos. Envidiados. Éramos los campeones. Siempre había tiempo para una copa más. Batíamos todos los records. Nada se cuestionaba. Todo valía. Ni Alemania nos tosía. Pero de la noche a la mañana el éxito se tornó en desastre. Pasamos de tenerlo todo a no tener nada. Los referentes de antes dejaron de valer. Todo estaba viejo. Ya no funcionaba. Depresión. Se perdió el duende. ¿y el futuro? fundido a negro. Y Alemania mandando de nuevo. España dejó de transmitir alegría. Hubo que despedirse a la fuerza de algunos privilegios que hasta hace poco eran innegociables. Mantenerlos era un exceso. Todo se volvieron dudas. Nostalgia cuando no pesimismo. Se acabaron las florituras. Pese a los cambios, hay quien pide más. Romper con todo. Empezar de cero. Revolución. Pero el pasado que ahora se recuerda como un camino de rosas también tuvo momentos de incertidumbre. No, no fue un camino de rosas aunque ahora sólo nos quede ese regusto a irrepetible. También hubo obstáculos, también hubo dudas. Y críticas. Muchas. El futuro de España está lleno de incertidumbre, pero ¿cuándo no? Claro que hay que hacer cambios, claro que hay que ser críticos, claro que no puede haber privilegios de ningún tipo. Pero sería una locura derruir todo lo construido hasta ahora. Hemos disfrutado de los mejores años de nuestra historia. Si hay algo que demostró aquel modelo de éxito es que uniendo estilos e identidades, se puede conseguir cualquier cosa. Y aún siguen ahí muchas de las razones que nos hicieron ser envidiados en el pasado. El ardor guerrero de Ramos, la velocidad de Jordi Alba, el talento de Silva, Cesc, Iniesta... cuántos quisieran. Y los nuevos que vienen al calor de aquel estilo propio del que nos enorgullecimos hace no tanto. Ya ven, este no pretendía ser otro artículo sobre política. O sí.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio