ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Conseguido, pero a qué precio
Por Isaac Á. Calvo1 min
Internacional30-06-2014
Ucrania ya ha firmado los pactos de colaboración política y económica con la Unión Europea. El proceso se ha retrasado siete meses y estos han sido tan intensos como convulsos. En este periodo de tiempo, el país ha visto cómo se producían manifestaciones, disturbios, un presidente que huía, cargos interinos, elecciones, la llegada al poder de nuevos mandatarios, la pérdida de un territorio y el enfrentamiento civil en algunas regiones, que sigue activo. Visto lo visto y dadas las consecuencias, habrá que ver si la opinión pública ucraniana cree que les compensa alcanzar esos acuerdos con Bruselas. Es de suponer que sí y que interesan tanto a Kiev (que empezará a obtener ayudas económicas y ventajas en muy poco tiempo) como a los Veintiocho (con beneficios estratégicos más a largo plazo). Sin embargo, es muy posible, que Ucrania se lo hubiera pensado si, antes de firmar, hubiera sabido lo de los disturbios, que Rusia le iba a arrebatar Crimea y que algunas regiones tan emblemáticas como Donetsk se iban a levantar en armas y a enfrentarse al Estado. En cualquier caso, ya no hay marcha atrás. Lo sucedido debe servir como experiencia para el futuro a Ucrania, a la Unión Europea, y también a Rusia, cuyo presidente, Vladímir Putin, ha recuperado fuerza, notoriedad e influencia y ha recuperado Crimea, una península con gran valor estratégico. Aun así, el acuerdo entre la UE y Ucrania no es bueno para Moscú. Por un lado, supone el distanciamiento con un país que tiene numerosos vínculos históricos y culturales con Rusia. Por otro, la economía y las exportaciones rusas se van a ver perjudicadas por la competencia de productos europeos, que van a gozar de ventajas comerciales.
Seguir a @IsaacACalvo
Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD