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ANÁLISIS DE ESPAÑA

¿Reforma o derribo?

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España09-06-2014

La Monarquía sólo es una preocupación para un 0,2 por ciento de los españoles. O el CIS tiene más cocina que Master Chef, o aquí hay gente que hace ruido de más. Elementos y precedentes hay para pensar las dos cosas. El caso es que al final lo único incuestionable es lo que sale de las urnas. Y tras la abdicación del Rey Juan Carlos hay quienes han llenado plazas para pedir un referendum sobre si Monarquía o República. De entrada, para Felipe VI sería una manera de empezar a legitimarse en el puesto más tranquila que la que tuvo su padre. Hagan memoria. Aunque el futuro es igual o más complicado. Ante esa perspectiva, parece difícil pensar que de la actual clase política pudiese salir algo lo suficientemente formado, con el suficiente camino recorrido para ser Jefe de Estado, lo suficientemente imparcial. Sobra poner ejemplos. Pese a que la Corona no ha escapado al clima decadente del sistema, lo cierto es que en 40 años al Príncipe Felipe no se le recuerda un tropiezo. Busquen, comparen y si encuentran algo mejor... "Lo democrático es votar", insisten. Dicho de otro modo, el que no esté de acuerdo con el referendum es un antidemocrático. Ya estamos. La Monarquía es un sistema arcaico hereditario. En eso está de acuerdo todo el mundo, pero hay una mayoría que lo soporta por criterios prácticos. Italia es una República y Gran Bretaña una monarquía parlamentaria. ¿Le puede dar lecciones Italia a Gran Bretaña sobre democracia y parlamentarismo? Ahí están las prósperas monarquías parlamentarias nórdicas cuyas sociedades no parecen precisamente coartadas de libertades. En EE.UU llevan siglos sin votar su Constitución y, con sus sombras, no parece tampoco un país sin democracia. ¿Cada cuánto habría que votar? ¿Cada cuarenta años?, ¿Cada vez que haya algún cambio como el de ahora? ¿Cada cinco años? En España hay elecciones generales cada cuatro años y en ellas participan partidos que piden abiertamente una República sin que consigan ser mayoría. Eso también es votar. Da la impresión de que hay quien pretende aprovechar la oportunidad para ganar en la calle lo que no logra en las urnas. Eso tampoco parece muy democrático. Pero puestos a votar entre República o Monarquía parlamentaria surge la pregunta más importante de todas. ¿Qué República?, ¿Una República jacobina y centralista como la de Francia? ¿O lo que se pide, como parece, es volver a la Segunda República española? ¿Ese es el modelo? La Segunda República fue un ejemplo en muchas cosas, pero también fue un periodo convulso en el que faltaban demócratas y sobraban los que tenían como referencia al fascismo italiano o al Moscú comunista. Se hicieron verdaderas canalladas en las que no faltaba por ejemplo el asesinato del líder de la oposición. El mundo y España han cambiado demasiado como para retroceder a eso. La Constitución de 1978 supuso un antes y un después precisamente porque nació del consenso. Porque sus impulsores tenían el recuerdo de siglos de guerras civiles, constituciones de partido, revoluciones fallidas y malos reyes. Ahora no hay un plan claro para la Tercera República más allá de una revisión interesada y maniquea de la Segunda, entre otras cosas, porque el debate de fondo es otro. De la desafección ante el sistema que se reflejó con claridad en las últimas elecciones europeas ha surgido con fuerza una opinión que apuesta por derribar la casa frente a quienes admiten la corrupción del sistema, pero apuestan por una reforma en profundidad de la casa. Pero no tirarla abajo. Pese a la situación actual, el sistema que surgió de la Transición ha dado el periodo más próspero y pacífico de la Historia de España. Y es cuanto menos peligroso menospreciar esta experiencia sobre todo si no hay más plan que volver al 31. "No es esto, no es esto", volvería a decir Ortega.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio