ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Afganistán, el camino se recorre con pequeños pasos
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional07-04-2014
Dicen que todos los caminos se recorren con pequeños pasos, incluso los itinerarios más difíciles también se completan de esta manera. Este símil podría aplicarse a lo que está ocurriendo en Afganistán, que acaba de celebrar unas importantes elecciones para decidir quién es el sustituto del presidente Hamid Karzai. Estos comicios han hecho que la cuestión afgana regrese a la primera plana de la actualidad y que la opinión pública recuerde que en ese país siguen existiendo problemas. Aun así, el hecho de que la población pueda acudir a votar es un pequeño paso en la democratización y reconstrucción de Afganistán. Aunque existan denuncias de irregularidades y de fraude, se están poniendo los cimientos y ya se irá mejorando el sistema. Eso sí, el camino es muy largo, tortuoso, y lleno de obstáculos y de amenazas. Ya son más de 12 años de recorrido desde que Estados Unidos y sus aliados derribaran el régimen talibán en su guerra contra el terrorismo y en busca de Osama bin Laden. En todo este tiempo, los rápidos éxitos del inicio fueron dando paso a una situación donde el cansancio y la desmotivación iban creciendo con el transcurso de los meses. Unos hechos que, a su vez, propiciaban que los talibanes fueran recuperando el terreno y la influencia perdidos. Evidentemente, no es igual la situación que se vive en las ciudades que en las zonas rurales, pero ambas son igual de valiosas para la estabilidad y el avance de Afganistán. Las tropas extranjeras, paulatinamente, han ido replegándose y retirándose del país, pero siguen siendo imprescindibles para el entrenamiento y la logística de las Fuerzas Armadas afganas. Además, las millonarias ayudas económicas internacionales son indispensables para mantener las instituciones, el sistema y el proceso democratizador. El nuevo presidente de Afganistán se enfrenta al reto de seguir avanzando en el desarrollo afgano, reducir la inseguridad, mejorar la convivencia y saber gestionar bien las ayudas que recibe, con la menor corrupción posible. Sin el apoyo militar y económico internacionales, todo el camino recorrido hasta ahora habrá sido en vano y Afganistán tendría graves problemas que volverían a repercutir en todo el mundo.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD