CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Algo huele a podrido
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión24-06-2002
Un amigo me invitó a que escribiera de nuevo algo de actualidad, cosa a la que ya no le tengo acostumbrado. Él sólo me animó, porque ya sabe que para este redactor traer aquí y ahora los titulares de moda es hacer violencia a las Crónicas del espacio interior, cuyo olfato se cerró hace tiempo a olores otrora públicos y ahora podridos. “Algo huele podrido en Dinamarca”, concluye el inicio de Hamlet. Y esa putrefacción política recuerda ya a las manos empapadas en sangre del Macbeth asesino: “¿Limpiarla de mi mano? No, nunca; antes mi mano teñiría de rojo todos los mares infinitos cubriendo el verde de escarlata”. Pues la podredumbre de las verdades desplazadas se propaga como en otro tiempo el perfume sobre los pies de Cristo simbolizó la expansión del amar a todos como a uno mismo. Los olores, al contrario que los colores, no se dejan poseer, sino que poseen: invaden la intimidad y roban el sentido. Igual que un pútrido olor es como el régimen demagógico que asfixia a los países desarrollados se extiende desde la política a todas las geografías y ámbitos, incluido el deporte asiático. Algo huele a podrido en el Mundial de Corea, podría decirse; y en España, con su huelga general que no llega a sargento; y en la Francia de un Chirac todopoderoso y ultracorrupto; y en las políticas de inmigración de Aznar y cierra Europa (Cambio 16); etcétera. Basten estos ejemplos como referencia a la actualidad obligada. Algunos compañeros aún se revelan contra su rey-alidad impostor-a al desvelar en duermevela el espectro de lo que fue la verdad y piensan, como el trágico Hamlet, que algo está torcido y a uno toca enderezarlo. Pero el joven príncipe paladín de la verdad perdida murió a traición por el veneno de la mentira. Yo apuesto por vivir la realidad profunda y matizada, marginada por el titular, y hacer caso en este caso al viejo Nietzsche: “Donde amar ya no es posible, mejor pasar de largo”. Y de largo paso yo sobre todo lo que apesta a actualidad corrompida.
