ANÁLISIS DE LA SEMANA
Preguntar a los jefes si hacer o no huelga
Por Amalia Casado2 min
España24-06-2002
Imagínense un lugar –en el mundo, en el universo, en cualquier espacio que puedan inventar- en el que la gran mayoría de los ciudadanos se levantara temprano, deseando ver la televisión, para escuchar a sus representantes políticos en el Debate sobre el estado de la Nación. Imagínense que hubiera peleas a la entrada del Congreso para poder entrar a presenciarlo en directo, como si de un concierto de Sting se tratase. Imagínense que millones de españoles hubieran querido desplazarse a Sevilla este fin de semana para escuchar a los políticos europeos, que deciden los designios del continente, hablar y tomar decisiones sobre cómo afrontar la inmigración en sus territorios, especialmente en un momento tan crucial como el actual, en el que se dirimen los detalles finales de una próxima ampliación a los países del Este. A punto determinar la Presidencia española de la Unión Europea ¿Sería capaz la mayoría a la que todos los partidos apelan de hacer un balance de este semestre? Imagínense que todos los ciudadanos tuvieran nociones de política básica, de legislación, de Derechos Humanos, de los conflictos esenciales del derecho, de geografía humana –una de las materias básicas en el estudio del presente y futuro de la inmigración, de economía internacional, ... ¿Podrían engañar los gobernantes a un pueblo bien formado, de verdad? ¿Sería el movimiento antiglobalización una ridiculez comparado con los movimientos sociales que podrían surgir?¿Acabaría una buena formación con el terrorismo y con la necesidad de reformar, como se está haciendo, la Ley de Partidos? Esa horrible enfermedad que padecen las sociedades actuales, por la que los ciudadanos padecen alergias –incluso violentas- a todo aquello que lleve el titular “política” es comprensible. Las reglas del fútbol son mucho más sencillas que el reglamento del Congreso, que los procesos judiciales como el del Caso Lasa y Zabala, que el funcionamiento del sistema judicial español, que las complicadas interpretaciones del derecho... El pan de pocos españoles depende directamente del resultado de su selección de fútbol en el Mundial. El de la mayoría depende, eso sí, de cómo lleven el timón los capitanes del barco, que son los políticos, los banqueros y los empresarios. El puchero, las condiciones de vida, la hipoteca, los hijos que se tienen, las vacaciones, la calidad de vida de los ancianos, la educación de los niños, las amenazas de la droga, la violencia, la ignorancia –que es la peor de todas...- Algo va mal cuando se convoca una huelga general y los trabajadores, en vez de tomar la decisión de secundarla o no leyéndose y analizando el Decreto Ley causante, tienen que consultare a “su jefe”.
Seguir a @AmaliaCasado
Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo