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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

El año de la recuperación

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad01-01-2014

Cae el calendario de 2013 y muchos enloquecen de alegría celebrando el nuevo año con la moda habitual: una buena cogorza, besos huecos, lentejuelas y felicidad vacía. Mientras los pobres perros se esconden bajo la cama por tanto petardeo y aquellos ciudadanos que no quieren o no pueden festejar el año nuevo tienen que sufrir los desvelos porque sus vecinos están de cotillón. ¿No hay un término medio? Aún no se sabe (el que lo adivine que levante el dedo) qué multitud de maravillas nos traerá 2014, cuando ya no queremos oír hablar de legado del año viejo. Siempre hay cosas buenas, claro, acontecimientos destacados y esperanzadores que ayudan a avanzar a la sociedad, hechos para aplaudir y sentirse satisfechos. Pero antes del tercer brindis habremos traicionado la conciencia a esas otras aristas que también formaron parte del 2013, aunque estuvieron enredadas de espinas y aderezadas con hiel. En 2013 no supimos mirar suficientemente a la tragedia Siria, ni al desangrado de la esperanza africana (que no sólo se produce en las cuchillas de las fronteras españolas o en las costas de Lampedusa) o a la cantidad de gente que acude a diario, al lado de casa, a un comedor social. Tampoco sopesamos correctamente el significado de la crisis, que si en nuestro ombligocéntrico Occidente es duro, peor es donde siempre coleccionaron desastres humanitarios. Y qué decir de las catástrofes naturales, de los atentados y ataques violentos y de los accidentes. Tragedias y más tragedias... ¿Estamos ya preparados para no vernos en situaciones similares como nos juramos? Pero que corran las burbujas y se repitan las felicitaciones huecas... ¡Total! El primer día del prometedor 2014 lo malgastaremos con el estómago al revés, la cabeza en una montaña rusa y la memoria en el fondo del wc. Así, sin aprender de los fracasos, los infortunios y los desaciertos, dentro de 360 días también estaremos deseando perder de vista a 2014, el año de la recuperación, dicen.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo