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SIN CONCESIONES

Que me linchen

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión04-11-2013

Tenemos políticos mediocres, sin duda peores que los que fundaron nuestra democracia hace apenas 35 años. Tenemos políticos por debajo del nivel que España necesita en estos tiempos de crisis. De verdad es así. Pero los políticos no son el único de nuestros problemas ni el más grave de todos ellos. En realidad, tenemos los políticos que merecemos, pues les votamos y elegimos libremente en las urnas. Al que no le guste, que elija otra papeleta con más criterio, pero que vote en cualquier caso. La democracia, la política, el Gobierno, el Congreso, el Senado, los parlamentos autonómicos, los ayuntamientos, las diputaciones y los cabildos los elegimos entre todos. La abstención sólo silencia el descontento y lo convierte en un dato curioso que comentar en plena noche electoral, pero después no tiene relevancia ni influencia durante los cuatro años restantes de legislatura. Luego nos echamos las manos a la cabeza con el más simple de los episodios. Valga de ejemplo la salida a la carrera de los diputados en la víspera de la fiesta de Todos los Santos. De pronto se ha convertido en el fenómeno parlamentario del último mes, hasta el punto de superar al top less de las feministas que interrumpieron el Pleno en protesta contra la reforma del aborto de Gallardón. Esa reforma que ni siquiera se ha presentado... esa misma. La protesta preventiva está bien vista y considerada pero una carrera por los pasillos de su señorías para no perder el AVE o el avión parece un pecado capital. A los políticos habría que juzgarlos por el acierto de sus medidas o por la profundidad de sus palabras. Pero aquí se les encumbra o critica por anécdotas minúsculas, en vez de por su aportación para construir un país mejor. Siempre me han hecho gracia los ciudadanos que se quejan de los políticos pero nunca quieren saber nada de ellos. Para opinar hay que saber primero... y para saber hay que informarse. La reforma de las pensiones que la semana pasada aprobó el Congreso era mucho más importante que el sprint hacia el aeropuerto. Sin embargo, algún periodista ilustrado debió de pensar lo contrario o simplemente no quiso realizar el esfuerzo de explicar los cambios para la jubilación. Los medios de comunicación tenemos tanta o más culpa que los políticos en muchas cosas. Hemos caído en la superficialidad de nuestras noticias y en muchos casos nos hemos vendido a la trinchera ideológica más cercana. Que me linchen por decir esto o por defender a los políticos que corren con la maleta. No me importa. Ya lo han hecho muchos tras leerme en las redes sociales o escucharme en la radio. Intento llamar la atención sobre un problema mucho más grave, más serio y de más largo recorrido. España necesita mejores políticos pero también mejores personas, con más formación, más responsabilidad, más compromiso con el proyecto común, respeto a la verdad, más honradez... Los políticos son sólo el reflejo de la sociedad que tenemos y de los intereses espurios de muchos medios de comunicación. Todos tenemos que mejorar y no sólo los que ocupan un escaño en el Congreso de los Diputados. Poner el acento en una carrera por el pasillo es la mejor demostración de que este país confunde a menudo las prioridades. Y no nos lo podemos permitir más tiempo.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito