ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Buenas y malas noticias desde Siria
Por Isaac Á. Calvo
1 min
Internacional04-11-2013
El conflicto en Siria se está viendo relegado a un segundo plano debido a su larga duración y, también, por las revelaciones sobre el espionaje de Estados Unidos a muchos de sus aliados. Sin embargo, esto no significa que en territorio sirio hayan dejado de ocurrir cosas. Lamentablemente, la guerra civil no se detiene y el número de personas fallecidas sigue aumentando. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, desde que comenzaron las hostilidades, en marzo de 2011, ya se han registrado más de 120.000 muertes (casi la mitad de ellas, corresponde a civiles). A estas cifras hay que sumar miles de heridos y de refugiados. El conflicto está tan igualado que ni el Gobierno de Bashar al Asad consigue derrotar a los rebeldes ni estos derrocar al régimen. Además, las posiciones cada vez están más enquistadas, por lo que un acuerdo político parece muy difícil. Aun así, el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, aboga por continuar intentándolo y pide la implicación de las partes. La propuesta de Brahimi es lógica, pero que al igual que dos no discuten si uno no quiere, dos no negocian si el otro no se implica. Además, si se quiere llegar a un acuerdo, ambos contendientes deben ceder en alguna de sus posiciones. Y no parece que, de momento, sea este el caso. Afortunadamente, no todo son malas noticias desde Siria. La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) ha concluido la primera fase de la destrucción del arsenal químico de Al Asad. Se espera que la segunda fase se termine el año que viene. Estaría genial que coincidiera con un acuerdo en el conflicto.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD