ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
La última jugada de Berlusconi
Por Isaac Á. Calvo1 min
Internacional07-10-2013
Italia ha vuelto a sufrir una de esas crisis políticas tan habituales para la opinión pública. Allí, cada dos por tres, los gobiernos se tambalean, y muchas veces acaban cayendo, ante la frecuente inestabilidad de las instituciones. Sin embargo, en esta ocasión el resultado no ha sido tan traumático como se preveía en un primer momento. Ahora, ni Italia ni los italianos podían permitirse que su Ejecutivo se viniera abajo y se ahondara aún más la crisis económica y de desconfianza que sufre el país. Como muy bien decían el primer ministro, Enrico Letta, las consecuencias serían trágicas y estas podrían extenderse a otros países de la Unión Europea. Como no podía ser de otro modo, cuando se habla de la política italiana, vuelve a ser protagonista Silvio Berlusconi. El que fuera varias veces primer ministro se ha visto relegado a un segundo plano por los numerosos escándalos de los que se acusa y por la acción judicial (incluso ha recibido alguna condena). Aun así, el partido de Berlusconi sigue manteniendo una importante cuota de poder e influencia. Tanta, como para desestabilizar al Gobierno de Letta. Sin embargo, en esta ocasión, los enredos de Il Cavaliere no han tenido el seguimiento esperado por sus partidarios presentes en las instituciones. Esta vez ha primado más el sentido de Estado que los intereses personales del veteranísimo Berlusconi. Este, además, quedó en evidencia, cuando dio marcha atrás y cambió su discurso al comprobar que su estrategia iba a fracasar. La carrera política de Silvio Berlusconi debería terminar ya. Acaba de cumplir 77 años y, con sus aciertos y sus errores, ha hecho historia en Italia, como magnate y como primer ministro. Una retirada a tiempo es mucho más valiosa que intentar aferrarse al poder y acabar haciendo el ridículo.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD