ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Una señal
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad08-05-2013
Muchos la buscan, pero apenas ningún signo advierte de que las cosas van a mejorar y la realidad se presenta no cruda, sangrante. Por eso es normal que la depresión económica se tiña con la sombra del desánimo y el desaliento. Pues aquí está esa señal, aunque quizás lo esté en cualquier parte, porque es verdad que los días chocan contra la nariz como un muro infranqueable, pero también es necesario llorar menos y pensar más. Urge buscar resultados distintos con métodos diferentes (ya se sabe que el hombre se encariña con las piedras con las que tropieza), implicarse, mover un dedo, querer. Nunca es consuelo conformarse con eso que está peor, pero a veces resulta esclarecedor tomar cierta perspectiva: la guerra está en otras fronteras, como en Siria y Mali; centenares de personas mueren por ganarse el pan sin derechos laborales que valgan, como en Bangladesh; las grandes catástofes naturales guardan distancia del suelo patrio español; y la pobreza, aunque va en aumento con esta maldita crisis, está en niveles más que lejanos de la hambruna endémica que viven las víctimas de esos desastres humanitarios ahora más olvidados que nunca porque en Occidente hay crisis y no hay forma de encontrar una señal de esperanza. Ante tanta oscura borrasca el horizonte está más tiznado que el fondo de una cueva, pero también después del diluvio universal resplandeció el arcoíris. Era la señal. Pero hubo que esperar a que llegase y enfrentarse al temporal. Ya va siendo hora de cambiar de actitud y ponerse a ello.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo