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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Sobre la Doctrina Parot

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España18-03-2013

Que un preso tenga que cumplir su condena por los delitos cometidos nunca debería ser considerado una medida de excepcionalidad. Ni siquiera debería generar debate alguno. Eso es lo que se trató conseguir con la doctrina Parot. Que las redenciones de pena se apliquen sobre el total de una condena y no sobre el límite máximo de estancia en prisión (30 años). Es decir, impedir que personas condenadas a miles de años por asesinatos, violaciones y demás delitos horribles pudiesen salir en libertad a los 15, 17 o 20 años. Una pena de cárcel tiene los objetivos de reinserción, castigo y reparación. Todos son importantes. Ninguno debería primar sobre el resto. Y en caso de que la doctrina Parot sea derogada -que parece que así será- se estará obviando la reparación y la reinserción, pues entre los que se verían beneficiados está claro que no se han arrepentido jamás de sus crímenes. Habrá terroristas que a los que matar les habrá salido realmente barato. Por ejemplo, de los 54 etarras que saldrían de la cárcel, hay un grupo de nueve sanguinarios etarras que habrán cumplido entre uno y dos años de cárcel. Doloroso. El Tribunal Constitucional ha amparado a aquellos criminales a los que ya se les había comunicado oficialmente la fecha de salida de prisión. Pero para nada es el caso de todos. Es obscena la distinta sensibilidad que muestra el mundo de ETA con los asesinos y el menosprecio hacía sus víctimas. También su distinción con los beneficiados de esta previsible derogación. Se ven envueltos etarras, pero también miembros de los GAL, violadores múltiples... Hay quien argumenta su rechazo a la Parot apelando a la paz definitiva en el País Vasco. Por más esfuerzos que hace uno, cuesta entender por qué se supone que la paz está más próxima con esta clase de gente sonriendo y celebrando fuera de prisión.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio