ANÁLISIS DE ESPAÑA
La cañería ha estallado
Por Alejandro Requeijo
2 min
España18-02-2013
La cañería que acostumbraba a soltar basura de corrupción cada cierto tiempo ha estallado. España es ya un lodazal con toda la porquería esparcida por el suelo. Su olor se expande descontrolado a la vista de todos. Salen a la luz las vergüenzas de instituciones y personalidades que durante mucho tiempo se habían considerado tabú. Jueces y policías hacen su trabajo y los periódicos recogen toda esa suciedad y la llevan a portada. Más allá de la evidente instrumentalización que siempre acompaña a algunas filtraciones, desde el punto de vista periodístico la situación es realmente interesante. Esa cañería proporciona muchas historias que contar. De esas que legitiman a la profesión por poner contra las cuerdas al poder y sacar a relucir sus miserias. Tiene más credibilidad un titular a cinco columnas que la palabra de un presidente del Gobierno. La impunidad ha sido tal que no es descartable que más de uno haya caído en la cuenta de que lo que hacía era delito al ver su jeta en un diario. Aunque sólo sea desde el punto de vista didáctico esta limpieza policial, judicial y periodística ya merece la pena a pesar del olor insoportable. Con la esperanza de que todo esto sirva para acabar limpiando el destrozo generado durante años de mirar para otro lado, es necesario también levantar la mirada y preguntarse por las consecuencias de esta tarea regeneradora. Puede que el hastió de la gente haga saltar todo por los aires. O puede que se produzca una subida de los partidos no tradicionales, lo que no afectaría gran cosa al sistema ni a sus instituciones actuales, tan sólo un cambio de caras. Puede también que un porcentaje alto se quede en casa en las próximas elecciones y suba la abstención de manera preocupante para todos menos para el partido que gane, que hará como si nada. Y también puede que todas esas cifras macroeconómicas que hasta hace poco no se sabía de su existencia empiecen a remontar y la gente se agarre a ese clavo ardiendo pasando por alto todo lo sucedido. Ninguna es improbable. Todas comprensibles.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio