ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
La primavera da paso al otoño
Por Isaac Á. Calvo2 min
Internacional11-02-2013
Cualquiera que lea el titular de este artículo pensará que se trata de un error. Efectivamente, en sentido estricto lo es, pero no así en el metafórico. Cuando en enero de 2011 comenzaron las protestas en Túnez contra el régimen de Ben Alí, que luego se extendieron a otros países como Egipto y Libia, era invierno, pero el mundo las conoce como "primavera árabe". Pues bien, esa "primavera" está dando paso al "otoño", estación donde, por regla general, hay un sentimiento de melancolía, de pereza, de abatimiento. Lo que empezó siendo alabado por todo el mundo por ser un rápido proceso popular democratizador y de destierro de los dictaduras, está dejando de ser tan idílico como se pintó. Toda transición, y más cuando los gerifaltes llevan décadas en el cargo, requiere de un tiempo, de un esfuerzo conjunto de las partes implicadas, de caminar con pies de plomo y de dejar a un lado los intereses propios para apostar por el bien común. No debe sorprender, por tanto, que dos años después de la caída de Ben Alí en Túnez y de Hosni Mubarak en Egipto no se haya avanzado tanto como estaba previsto. Sí ha habido pasos, pero las tensiones internas, los enfrentamientos en las calles y las luchas de poder siguen dejando graves disturbios y numerosas muertes en ambos países. La semana pasada, sin ir más lejos, el asesinato de un líder de la oposición en Túnez provocó un incremento del cisma existente entre islamistas y laicos. Las grandes potencias, que con tan buenos ojos vivieron la primavera, están decaídas en este otoño metafórico. De momento, no parecen inmutarse ante las dificultades tunecinas y egipcias y, lamentablemente, siguen mirando para otro lado en el conflicto sirio, donde se han cometido auténticas atrocidades y han muerto miles de personas. El Magreb y Oriente Próximo tienen una importancia estratégica en las relaciones internacionales, no prestarles la suficiente atención es un error, porque cualquier problema que allí surge acaba teniendo consecuencias que se extienden más allá de sus fronteras.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD