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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Sólo falta una chispa

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España04-02-2013

La Casa Real, el Gobierno, el partido que sostiene al Gobierno, el principal partido de la oposición... Todos ellos llevan años pidiendo austeridad a los ciudadanos. Y toda esta gente ha dicho basta. El cabreo no se debe a que España siga sin salir de la crisis. Sólo los ilusos o los forofos pensaban que Roma se conquistaría en dos días. Hasta hubo que resignarse a asumir que el país no iba a tener un líder para tamaña empresa. Tocaba conformarse con un presidente que prefiere escapar por el garaje en lugar de dar la cara y aglutinar el sacrificio de un pueblo en torno a un discurso esperanzador. Pero a lo que sí que no estaba dispuesta España es a la falta de honradez en sus dirigentes. Eso sí que no se lo esperaba. Ni tanta falta de explicaciones y respuestas. Desde hace un tiempo caldea en el ambiente una sensación de que la situación puede saltar por los aires en cualquier momento. En el menos esperado. Sólo falta una chispa. ¿La portada de mañana? ¿La siguiente concentración convocada por las redes sociales? ¿Un nuevo indulto sangrante? ¿Una nueva subida de impuestos? Quién sabe por dónde puede surgir esa chispa. Ahora es Bárcenas, el dinero negro, el cachondeo de la amnistía fiscal.... Pero las decepciones no han acabado. Aún queda explicar, por ejemplo, a cambio de qué recibía el PP esas donaciones de constructoras y empresarios que luego se convertían en suculentos sobresueldos. Ya ves, como si alguna vez en España alguien hubiese dado algo a cambio de nada. Mariano Rajoy ha empeñado su palabra, pero desde hace tiempo su palabra no vale nada. Cuando el PP ganó las elecciones municipales en mayo de 2011, sus incondicionales se concentraron como es habitual frente a la sede del PP en la calle Génova de Madrid. Eran los días del 15M y en ese lugar se escuchó un grito por encima de cualquier otro: "¡Esto es democracia y no lo de Sol!". Habría que preguntarle ahora a esa gente qué piensa exactamente. Si aún creen que las asambleas de Sol las convocaba Rubalcaba. Si aún piensan que aquel movimiento era un invento de la izquierda ante su previsible descalabro en las urnas en un intento de igualar culpas ante la crisis. Si aún piensan que eso era cosa de antisistemas y perroflautas. Por encima de cualquier otra cosa, aquellos días las plazas de toda España advertían de que la solución no pasaba por un simple cambio de siglas. Convendría preguntarse ahora quién tenía razón.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio