ANÁLISIS DE LA SEMANA
Libre
Por Isaac Á. Calvo2 min
Internacional05-05-2002
Nino Bravo, hace unas décadas, cantaba una canción titulada como este análisis. No hace mucho tiempo, un operador de telefonía móvil la recuperaba -eso sí, con una versión- y se ponía de moda entre la población española. Aún así, en el ámbito general, parece que la palabra “libre” no tiene en la actualidad todo el significado que tenía antaño. Quizá sea porque la gente se cree más libre que antes. Puede ser, pero no por ello hay que olvidar a las muchas personas, en diferentes partes del mundo, que no lo son. En Oriente Próximo hay mucha gente que no es libre. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, no lo era hasta la semana pasada. El Ejército de Israel puso fin al confinamiento de Arafat en su residencia después de que la ANP aceptara que los asesinos del ministro de Turismo estén custodiados por tropas internacionales. Tampoco es libre la población israelí, que teme los atentados palestinos y que exige seguridad a su Gobierno. Un Ejecutivo que ha ordenado a las tropas que busquen a los presuntos terroristas aunque sea en suelo autónomo palestino. El Gabinete de Sharon también ha prohibido que una comisión de investigación de la ONU viaje hasta Israel para aclarar lo ocurrido en el campo de refugiados de Yenín. En Francia, la población sí es libre para elegir al nuevo presidente de la República. Después del susto de la primera vuelta, el actual jefe del Estado, Jacques Chirac, ha derrotado ampliamente a Jean Marie Le Pen, líder del ultraderechista Frente Nacional. Los afganos también se sienten más libres. No se sabe si esta sensación se mantendrá cuando se vayan las tropas internacionales allí desplegadas. De momento, éstas han intensificado sus operaciones para intentar poner fin a la resistencia de los talibán y de miembros de Al Qaeda. La situación ha empeorado en el Sahara. Después de muchos años de alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, la paz parece que puede finalizar. Los saharauis no son libres para decidir su futuro y la ONU no quiere asumir su responsabilidad ante la problemática y ha prorrogado su misión en la zona durante unos meses. Las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea van por buen camino a pesar de algunas diferencias comerciales. De ello, al menos, han dejado constancia en la Cumbre que celebraron la semana pasada en Washington. En la reunión también abordaron asuntos como el de Oriente Próximo y el terrorismo internacional.
Seguir a @IsaacACalvo
Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD