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CREAR EN UNO MISMO

¿Rescate o línea de crédito?

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión11-06-2012

Las caras de Rajoy y De Guindos no son muy festivas, pero afirman estar contentos y muestran sus razones. Pocos creerán la idea de que el préstamo europeo “no es un rescate”; sin embargo, y según las condiciones reveladas, será un balón de oxígeno para el Estado y centran la responsabilidad en los protagonistas de la cosa: los bancos. En eso, este rescate es muy distinto de los anteriores. La moda más extendida –y conviene examinar las modas, para mantener una voz propia- pasa por insultar y despreciar a nuestros dirigentes, aun cuando nos ofrecen las mismas razones por las que aplaudimos a los deportistas o al último anuncio de Coca-cola: “Vamos a demostrarle a Europa de lo que somos capaces cuando estamos juntos”. Ese era el mensaje, en última instancia, de Rajoy y De Guindos, y el proceder de esta operación, ciertamente, revela que no somos Grecia. Las situaciones difíciles revelan dos caracteres muy distintos, y de los dos sabemos dar ejemplo los españoles. Uno de esos caracteres es el del hombre libre; el otro, del esclavo. El primero, habla poco y actúa mucho. No se rinde: vence o muere. Está acostumbrado a la adversidad, pero no lloriquea, como los personajes de Shakespeare, preocupado por aquello que no está a su alcance: se centra en lo que él puede hacer, y lo hace. No es gobernado por las modas, circunstancias o palabras ajenas: él crea nuevas circunstancias y marca el tono de su vida. Por supuesto, no espera que “otros” o “los de arriba” hagan nada. Del esclavo también sabemos dar ejemplo: no actúa, reacciona. Se deja llevar por modas, climas, reveses y cabreos. Protesta, cuchichea, se queja de todo y de todos, repite el último chiste o chascarrillo. Arregla el mundo con sus discursos, pero no mueve el culo de la silla. Se preocupa por todo, pero no se ocupa apenas ni de lo suyo. Si le preguntas, su intención es ayudar, pero es incapaz de ayudarse a sí mismo. Esta crisis, especialmente en momentos decisivos como el del pasado domingo, nos dejará ejemplos reales y encarnados de ambos caracteres humanos. Algunos salen en los medios, otros conviven con nosotros. La pregunta que me hice mientras veía la comparecencia de De Guindos, y que les lanzo, es la siguiente: Libres o esclavos… ¿cuál de ambos caracteres encarnamos nosotros?

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach