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RELACIONES CON MARRUECOS

El Gobierno hablará del Sahara con Marruecos para normalizar las relaciones

Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura1 min
España10-04-2002

Las relaciones entre Madrid y Rabat se rompieron el 27 de octubre del pasado año, cuando el rey de Marruecos, Mohamed VI, llamó a consultas a su embajador en España, Abdesalam Baraka. Marruecos utilizó un procedimiento que en términos diplomáticos significa un claro gesto de protesta, quiso "mostrar su descontento en cuanto al nivel de diálogo político y de cooperación con España", según el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa.

Los intentos de normalizar las relaciones fracasaron porque la diplomacia marroquí exigía que la parte española asumiera responsabilidades en el estallido de la crisis, hecho al que el Gobierno español se niega porque creen que no han sido ellos los han provocado esta situación. Sin embargo, el pasado día 10 de abril, el Gobierno de España cambió su actitud, y reconoció la necesidad de abrir el diálogo pedido por Marruecos, cuando regrese el embajador marroquí. La actitud de España ha cambiado a raíz de una conversación telefónica que mantuvieron el ministro español de Asuntos Exteriores, Joseph Piqué, y su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa. Piqué declaró que el tema prioritario de diálogo es el del Sahara, uno de los asuntos que desencadenó la crisis entre España y Marruecos. La antigua colonia española pertenece a Marruecos desde 1979. En 1990, se celebraron en Ginebra conversaciones supervisadas por miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con vistas a celebrar un referéndum que resolviera la disputa que ya duraba 14 años, entre el Gobierno de Marruecos y las guerrillas del Frente Polisario sobre el control del Sahara. El plan de la ONU para dar a la población del Sahara la posibilidad de elegir entre la independencia (que defiende el Frente Polisario) o la integración en Marruecos continúa aún hoy estancado. El Ejecutivo español defiende este referéndum; sin embargo, esta postura la rechaza firmemente Marruecos, país que defiende el llamado Plan Baker, una fórmula que renuncia al referéndum y otorga una autonomía a los saharauis a cambio de su integración en Marruecos. Estos son los diferentes puntos de vista que separan a los Gobiernos de Madrid y Marruecos, produciendo la crisis entre ambos países. Por eso, el problema del Sahara será el punto principal del diálogo que el Gobierno español ha aceptado reestablecer.

Fotografía de Noelia Hernández Martín