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ORIENTE PRÓXIMO

Los palestinos, decepcionados por la respuesta de la Liga Árabe

Por Cristina GuerreroTiempo de lectura1 min
Internacional06-04-2002

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, continúa respaldado por sus hombres en un búnker, en espera de una respuesta por parte de Occidente o de los países árabes.

Representantes de movimientos pacifistas comparten cuartel con Arafat en espera de su ración de comida diaria. Los víveres empiezan a escasear. Entre tanto, carros de combate israelíes arrasan las zonas ocupadas. La semana en la cual se produjo la intensificación de la Intifada coincidía con la Cumbre de la Liga Árabe en Beirut (Líbano). Allí, los máximos representantes del organismo panárabe redujeron todos los temas a uno: La ocupación israelí. Los países árabes decidieron convocar una reunión de urgencia celebrada en El Cairo y que duró un día. En ella estuvieron representados los miembros de la organización. Sin embargo se observaron bajas importantes. Países como Siria, Líbano, Irak, Jordania, Qatar, Kuwait y Sudán no estuvieron presentes en la reunión, según fuentes diplomáticas árabes. La negativa de los líderes de estos países es, al parecer, una respuesta a la falta de unificación entre ellos por derribar a Israel. No todos los países árabes quieren boicotear económicamente a Israel y a Estados Unidos. Mauritania, Egipto y Jordania, -éstos dos últimos con tratados de paz con el Estado israelí- continúan manteniendo relaciones diplomáticas con Israel. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, ha pedido la colaboración y la solidaridad de todos los árabes. Asimismo, ha solicitado a la Unión Europea su intervención en el conflicto. Todo ello tiene lugar en la víspera de la llegada al territorio del secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, presionado por las fuerzas palestinas para que acceda a entrevistarse con Arafat. Powell tiene previsto visitar Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Israel y, posiblemente, la Autonomía Palestina, en un intento de calmar la situación.

Fotografía de Cristina Guerrero