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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Europa está aislada de Reino Unido

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional12-12-2011

Siempre se ha dicho que los británicos son "muy suyos", que creen que el resto del mundo es el que conduce al revés, y que es el continente el que está separado de Reino Unido. Fuera de estos tópicos y creencias populares, lo ocurrido la semana pasada en la última cumbre de la Unión Europea pone de manifiesto que han aumentado las discrepancias entre la mayoría de los socios comunitarios y el Gobierno británico. Reino Unido está dentro de la UE, pero siempre ha tenido una posición cautelosa (incluso de recelo) y ambigua ante lo que llega de Bruselas. Es posible que esto se deba a su posición de antigua potencia mundial, a sus arraigadas tradiciones y a sus relaciones históricas con Estados Unidos. Sin embargo, si se está en un club como el de los Veintisiete hay que estar a las duras y a las maduras. La Unión Europea está pasando por una situación crítica que o la destruye o la hace más fuerte. Para que esto último ocurra es necesario que todos los integrantes trabajen conjuntamente por el bien común, aunque esto suponga hacer un sobreesfuerzo y renunciar a algunos intereses particulares. Este es precisamente uno de los principales escollos de la construcción europea: que muchas veces prima más el "yo" que el "nosotros". El primer ministro británico, David Cameron, ha decidido quedarse al margen de las reformas que la UE considera imprescindibles para intentar superar la grave crisis económica. En la decisión de Cameron ha tenido más peso su propia estabilidad en el Gobierno, lo que diría su partido (conservador, mayoritariamente euroescéptico) y lo que pensarían los ejecutivos de la City londinense (uno de los motores financieros del país). Es normal que los socios comunitarios, principalmente Francia y Alemania, estén decepcionados, pero la actitud británica no debería sorprenderles porque no es la primera vez que ocurre (y muy probablemente no será la última). Sin embargo esto no debe suponer un impedimento para poner en marcha las medidas y avanzar para superar los problemas. En época de dificultades, el inmovilismo no es bueno y hay que buscar soluciones. Si no se hallan, al menos quedará la conciencia tranquila por haberlo intentado. Si se encuentran, será motivo de gran alegría y habrá que acordarse de todos aquellos que trabajaron por lograrlo y de aquellos que dieron la espalda en los momentos duros.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD