ANÁLISIS DE ESPAÑA
Eguiguren, una verdad incómoda
Por Alejandro Requeijo
2 min
España05-12-2011
A buen seguro, más de uno se esté arrepintiendo estos dias de haber dejado hacer tanto al presidente del PSE, Jesús Eguiguren. De haberle permitido durante tanto tiempo hacer la labor de falso verso suelto. Se le encargó la misión de tantear al mundo de ETA y esa función la desempeñó con eficacia desde sus primeros encuentros con Arnaldo Otegi allá por el año 2000 en el caserío 'Txillare'. Desde entonces han pasado muchas cosas: para empezar más de 30 asesinados, hojas de ruta, un pacto antiterrorista firmado por Zapatero con el PP que en realidad era papel mojado antes de redactarlo. Ngociaciones, procesos frustrados, cambios de estrategia, algún que otro lapsus o declaraciones desafortunadas y ahora un cese definitvo de la violencia que la mayoría de los españoles no otroga credibilidad, según el CIS. Eguiguren sabe mucho de lo que ha pasado en los últimos diez años. Como muñidor de lo que luego fue el proceso y como negociador en los encuentros que el Gobierno celebró con ETA. Sabe mucho y aún callará muchas cosas también. Pero lleva varios días aireando muchas cosas de las que allí pasaron. Los documentos que se manejaron. La cuestión de Navarra, indultos para los presos. En definitiva, los pasos que dio el Gobierno y sobre todo los que estuvo dispuesto a dar si no fuese porque ETA decidió romper el proceso varios meses después del atentado de la T4 Barajas. Porque aquella furgoneta bomba no impidió que Zapatero lo siguiese intentando. Eso es algo que todo el mundo sospechaba, que el Ejecutivo siempre negó y que ahora Eguiguren ha confirmado. Todas estas revelaciones son incómodas para el todavía Gobierno que ha optado por restarle credibilidad igual que en su día hicieron con las actas de ETA de aquellas reuniones. Actas que por mucho que sean de ETA, al final resulta que también eran verdad. A juzgar por otras recientes declaraciones de Eguiguren, parece que los secretos de lo sucedido en los últimos tres años van a quedar en su memoria. Al menos de momento o hasta el próximo libro navideño. Pero sobre todas las cosas, la enésima y definitiva irrupción de Eguiguren debe hacer sonrojar a quienes llegaron al poder proclamando que "España merece un gobierno que no mienta".
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio