ANÁLISIS DE ESPAÑA
Dos fracasos y una incógnita
Por Alejandro Requeijo3 min
España28-11-2011
Ahora todos quieren ser ministros. Y se arriman y loan al nuevo líder. 'Yo siempre he sido muy de Rajoy', se atreverán a decir algunos como si aquel Congreso de Valencia a cara de perro sólo fuese producto de la imaginación. Bendito problema pensar dónde y a quién asignar una Cartera comparado con aquella rebelión, pensará estos días el futuro presidente mientras recibe en su despacho a grandes empresarios llamados a salvar a España, pero con sus cuentas a buen recaudo en Suiza. La victoria en política es extraordinariamente dulce, pero la derrota... ay la derrota. En esa otra cara de la moneda está un PSOE en ruinas que se tambalea sobre dos fracasos y una incógnita. Y es que tres son las opciones que los socialistas tienen hoy sobre la mesa. En primer lugar, Rubalcaba. Su deseo es seguir y asumir todo el poder del partido. Eso estaba hecho hasta el 20N, pero es que ese día su partido se pegó el mayor batacazo electoral conocido. Si antes llevaba la marca del zapaterismo que ataca a los banqueros en campaña y luego los indulta, ahora lleva también la de la derrota histórica, para alivio de Almunia. Lo que mantiene en pie a Rubalcaba es el apoyo de los que han fracasado como él en todos los territorios. En lugar de dimitir o asumir responsabilidades se aferran al único líder que les garantice el sillón porque, como ellos, tambien ha perdido. Relación recíproca de perdedores. Menudo aval de cara a la ciudadanía. Asoma de nuevo Carmè Chacón. Tiene poco de incógnita. Ha sido otro fracaso electoral al quedarse al borde de perder en Barcelona y cediendo hasta 14 escaños en toda Cataluña. Pero además es otro claro ejemplo de esa manera de entender la política que ha dejado Zapatero: la forma siempre importa más que el fondo. Y lo que valía para ayer ya no vale para hoy, pero quizá si para mañana. En la época en la que España era "un concepto discutido y discutible", Carmè se declaraba abiertamente nacionalista, un inconveniente serio para ser presidenta. No lo es ser mujer o catalana, pero ser nacionalista, sí. Mucho tendría que volver a cambiar su discurso y sus planteamientos para convencer al PSOE y a todos los españoles que algún día tendrían que votarla. A ella no le costará, ¿pero al resto? Se habla ya de una tercera vía en esta historia en la que, por cierto, Bono hace las veces de verdugo y Alfonso Guerra de narrador. Hasta se vuelve a hablar de guerrismo, aunque en la práctica desactivado, un clásico recurrente siempre que en el PSOE se huele división y luchas cainitas. Precisamente es el enfrentamiento sin cuartel que protagonizarán Chacón y Rubalcaba lo que podría otorgar cierta esperanza a una candidatura alternativa como en su día fue la de Zapatero. Pero ninguno de los nombres que suenan ahora para encabezarla tiene siquiera escaño en el Congreso. Demasiadas grietas y muchos frentes en un partido que aún tiene que decidir quién le plantará cara a Rajoy en el propio debate de investidura.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio