ANÁLISIS DE CULTURA

La otra cara de la moneda

Por Marta G. Bruno2 min

Cultura10-10-2011

Mientras el mundo se tambalea, la hasta ahora fuerte Unión Europea comienza a flaquear y los indignados llegan hasta Wall Street…en Irak aún sufren las consecuencias de una guerra que de alguna manera todos hemos vivido, pero que como los medios somos así y el día a día es un devenir de acontecimientos, la llama parece haberse apagado. Hasta ahora. Mohamed Al Daradji muestra al mundo cómo vive el pueblo iraquí en Son of Babylon, la otra cara de la moneda. La vida de una abuela kurda y su nieto que buscan de forma desesperada a su hijo y padre, desaparecido 12 años atrás. El mismo director aplaude ahora el devenir del proceso, que le ha permitido volver a su país después de la caída de Saddam Husein y poder retratarlo en esta cinta. Territorio heterogéneo, donde transitan cristianos, chiíes, kurdos y suníes, germen de violencia, pero diversidad a la vez que el director defiende en la cinta. Y lo más significativo de ella es que influyó para que el Parlamento iraquí creara una comisión que investigara las fosas comunes creada por Husein. Ha pasado más de un año desde que terminara la invasión en Irak. ¿Ha terminado la guerra? La respuesta es no y el ejemplo no hay que buscarlo muy lejos. El pasado 15 de agosto, durante el considerado mes sagrado del Ramadán, se registraron 70 muertos y más de 200 heridos en una cadena de atentado en 15 ciudades. La escalada de violencia trae consigo que más de la mitad de los ciudadanos iraquíes no tengan trabajo. Más de 2 millones de jóvenes son viudas y la peor de las miradas es la de los niños de la edad del protagonista de Son of babylon. El 75 por ciento de ellos ha dejado el colegio y malvive con trabajos humillantes. Y la esperanza está en el progreso cinematográfico de directores como Mohamed Al Daradji.

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Marta G. Bruno

Directora de Cultura de LaSemana.es

Licenciada en Periodismo

Estudio Ciencias Políticas

Trabajo en 13TV

Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press

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