ANÁLISIS DE ESPAÑA
ETA se queda sola
Por Alejandro Requeijo2 min
España26-09-0111
Recapitulemos. Todo lo que desde hace aproximadamente un año y de aquí al futuro acontece en torno al mundo de ETA tiene su origen en el trabajo realizado por las fuerzas de seguridad. Comandos, cúpulas, cantera, colaboradores, desarticulación de bases y zulos... Pocos son los tentáculos del 'pulpo' que no hayan sufrido el acoso policial desde que finalizó la tregua anterior. Y a partir de ahí, sólo a partir de ahí, ha llegado lo demás: lo antes era un ejercito letal ahora no es más que un famélico escuadrón y para Batasuna la banda ya no es políticamente rentable. En este matar al padre particular que emprendió una parte de la izquierda abertzale ilegalizada, los presos eran uno de los escenarios de pelea fundamentales entre los posibilistas que dicen apostar por las vías exclusivamente políticas y una banda que se resiste a ceder la vanguardia del MNLV que ha ostentado siempre. Y en este caso la banda ha perdido. El EPPK, su colectivo de presos, la rama del entorno mas inquebrantable, también abraza el Acuerdo de Gernika que, entre otras cosas, le pide a sus jefes un alto el fuego definitivo (el de hoy sólo es "permanente, general y verificable"). Vale que el tono usado en su comunicado es desafiante, e incluso enmiendan puntos de ese pacto como los beneficios penitenciarios, pero que lo pinten como quieran, decir sí a Gernika es decirle a ETA que se acabó. Y si no, no habrían tardado tanto en escenificar esta adhesión al documento. Y eso que Gernika en cierto modo es para ellos una trampa. El documento pide la amnistía general para todos, pero ningún gobierno aceptará esa vía. Otra cosa son los arrepentimientos individuales a cambio de acercamientos y otros beneficios como concesiones del 100.2 penitenciario (la vía Nanclares de la Oca). Es decir Gernika es un documento aceptado por la izquierda abertzale, pero nada más. Papel mojado para ellos. En cualquier caso ya es más de lo que tenían antes. Para ETA el que entra en el 'mako' deja de existir salvo que desobedezca la férrea disciplina que la banda impone a sus presos. El ejercicio que ha hecho el EPPK no es muy diferente del que hizo en su día Batasuna. Ninguno o muy pocos se arrepienten de su pasado, pero ven que ETA ha dejado de ser rentable, en su caso para doblegar al Estado y sacarlos de la cárcel. De este modo y recapitulando de nuevo: desde hace tiempo eta ya no es la vanguardia del MNLV, sus comunicados suelen ser para matizar los pasos que hacen o dicen quienes antes eran obedientes discípulos, la kale borroka está parada, su cantera, desactivada o en brazos del posibilismo, Ekin ya no asusta a nadie en la ferretería (el entorno), sus abogados, el aparato internacional, el impuesto revolucionario... Todo se ha acabado. Y ahora los presos. La pregunta es ¿a qué espera ETA para asumir que ha perdido?.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio