ROJO SOBRE GRIS
Echar de menos
Por Amalia Casado1 min
Opinión04-07-2011
No tengo duda: se nos estropeará, estará oxidado, será más o menos preciso y seguramente mucjos lo discutirán pero yo creo ser humano tiene un sensor interior capaz de reconocer el orden. Y no se trata sólo del orden de lo aprendido culturalmente, sino de un invisible orden y sentido natural de las cosas visibles e invisibles. Lo cierto es que esta semana he vuelto a vivir esa experiencia que consiste en echar de menos a alguien. Mi sobrino jugaba hace unos días con dos puzzles. Mientras se entretenía con uno, y aprovechando su concentración, escondí una pieza del otro. Al rato, con tan sólo una mirada, notó que algo pasaba con las cinco piezas de otro, así que dejó de jugar con el que le tenía absorto hasta segundos antes, y comenzó a colocar las piezas del que yo había manipulado. No habla todavía con palabras, pero cuando detectó que faltaba una pieza, presenciamos cómo todo su ser se preguntaba qué pasaba allí. Miraba a todas partes, nos escudriñaba interrogante: algo no encajaba. Faltaba algo. Tenía que echar en la caja una pieza que no aparecía para que todo fuese como tenía que ser. Echaba en el puzzle una pieza de menos. Estos días siete- lejos de mi marido, sin en absoluto falta de cariño, sin que se me haya caído el mundo encima, han sido muchos los momentos en que me acordaba de mi sobrino. De repente, en cualquier sitio, sin motivo aparente, todo mi ser se convertía en una especie de gran puzzle que me demandaba desde lo profundo una pieza que faltaba. Me ponía muy contenta por echarte de menos. Y te he querido: te he querido desde la profundidad de tu ausencia llenándola de infinito. Rojo sobre gris a las ausencias presentes que nos encogen el alma, que nos ensanchan el alma.
Seguir a @AmaliaCasado
Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo