ANÁLISIS DE ESPAÑA
'Síndrome Mourinho' en el PSOE
Por Alejandro Requeijo
2 min
España29-05-2011
Rubalcaba será al PSOE lo que Mourinho al Real Madrid. Una semana después de la mayor bofetada electoral de su Historia, la reacción de los socialistas ha sido clara: Lo que diga Alfredo, todo el poder para él. ¿Por qué?. Por la sencilla razón, dicen, de que es el único capaz de ganar unas elecciones en 10 meses. La misma razón por la que se pensó en el portugués como el único entrenador capaz de hacer tambalear el imperio Barça por el camino corto. Da igual el cómo, lo importante era ganar. El PSOE tampoco quiere perder tiempo. Ni siquiera para analizar con sinceridad las razones de su debacle. Mucho menos en unas primarias que puedan generar división o cuestionar el liderazgo del nuevo general. Zapatero le ha despejado el camino a Rubalcaba sacrificando a Chacón -su alumna más aventajada- con el mismo pulso con el que Florentino se ha cargado a Valdano -su fiel escudero- tras su enfrentamiento con el entrenador portugués. La masa madridista está a muerte con Mou igual que el PSOE lo está con Rubalcaba, pero para ganar en política hace falta algo más que convencer a los tuyos. Y en ese sentido, el vicepresidente no representa nada nuevo con respecto a lo que ya hay. Entregar a ciegas todo el poder a una persona en momentos de crisis huele más a desesperado clavo ardiendo que a una cuestión de principios o de proyecto. Los medios para conseguir el fin pasan a un segundo o tercer plano. Si de lo que se habla es de ganar el poder, a Rubalcaba le importan los valores socialistas lo mismo que a Mou le ha importado el supuesto señorío del Real Madrid. Igual que el entrenador portugués recurre a la bronca y la treta constante como una de sus armas preferidas, a Rubalcaba le persigue siempre una imagen basada en la artimaña y la argucia. La negociación con ETA, el chivatazo, Bildu o las maniobras para ser el único candidato por medio de un dedazo son algunos de los ejemplos más recientes de una larga carrera política plagada de sombras. Y sin embargo, hay muchos que siguen atribuyendo tanto al uno como al otro un aura de invencibles. Nada más cierto de la realidad. Más allá de la pataleta y las continuas denuncias de presuntas conspiraciones, Mourinho tan sólo ha sido capaz de arañar una Copa del Rey, algo que el Madrid siempre consideró menor. Por su parte, Rubalcaba fue elevado a vicepresidente para frenar la sangría socialista explicando mejor las impopulares decisiones del Gobierno. Aquel recurso del presidente fue celebrado como un acierto, sin embargo, ahí está el 22-M para comprobar su fracaso. El éxito nunca viene dado por personalismos o individualidades, sino por proyectos coherentes y trabajo diario en base a una idea acertada. Cuando el Madrid y el PSOE se dejen de atajos y bandazos y entiendan esto, seguro que se llevan menos disgustos.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio