SIN CONCESIONES
Zapatero, a velocidad máxima
Por Pablo A. Iglesias3 min
Opinión28-02-2011
La última medida aprobada por el Consejo de Ministros deja en evidencia la forma con que toma las decisiones el Gobierno de Zapatero. Primero: con prisas. Segundo: sin pensar. Tercero: sin mirar las consecuencias. Y podríamos seguir... Lo de Zapatero es increíble. Cuanto más tiempo lleva en La Moncloa, más errores comete. No sólo no ha aprendido nada en siete años de mandato. Es que transmite la sensación de haber involucionado. Ya nadie le toma en serio. No es para menos. Pretender que se reduzca el consumo de energía bajando la velocidad máxima en carreteras resulta tan ingenuo como absurdo. Puede que los ciudadanos ahorremos unos euros en nuestro bolsillo, aunque el Ejecutivo no ha debido de pensar que quienes más problemas económicos pasan ya han dejado de usar el coche porque no tienen dinero para llenar el depósito. Lo que debería haber calculado el Ministerio de Economía es lo que va a costar el cambio de señales de tráfico, lo que va a dejar de cobrar en impuestos cuando se gaste menos gasolina e incluso lo que va a costarle en votos... porque la gente está ¡que muerde! tras esta idea. Lo único que parece haber calculado el Gobierno es cuánto va a recaudar en multas. Rubalcaba seguro que ha imaginado que los españoles seguiremos pisando el acelerador igual que antes, pero que los radares cazarán más las infracciones y éstas serán más caras. Puede que todo sea una estrategia para reducir la deuda pública a costa de los conductores. A mayor número de multas, mayor recaudación; y a mayor recaudación, menor déficit del Estado. Puestos a reducir el consumo de energía, el Gobierno debería buscar otras soluciones. Por ejemplo: apagar las luces de edificios públicos por la noche, reducir el número de coches oficiales, dar ejemplo usando el transporte público, coger aviones comerciales en lugar del Falcon o el Airbus del Estado. Bajar la velocidad máxima en autovías quizá esté bien para evitar accidentes o para ahorrar unos eurillos en gasolina, pero resulta a todas luces ineficiente para evitar un colapso energético como el que vaticina el ministro Miguel Sebastián. Lo único en que el Gobierno tiene razón es que las prisas no son buenas. La prueba es esta nueva improvisación. En la toma de decisiones, correr es sinónimo de improvisar, que es justo la infracción que han cometido Zapatero y Rubalcaba. Ellos son los únicos que tendrían que bajar la velocidad a la hora de gobernar y de inventar medidas anticrisis. Van como locos por la carretera de la gestión, sin agarrar el volante de la sensatez, mientras hablan por el teléfono móvil y sólo pisan el freno cuando están a punto de estrellarse; entonces son capaces incluso de ir marcha atrás por la autopista del BOE para rectificar sus errores. Lo suyo no tiene solución. El plan de ahorro energético lo deja bien claro. Al único que habría que reducirle la velocidad es a Zapatero para que no siga metiendo la pata. Lo que realmente merece es una multa millonaria por poner en peligro la seguridad jurídica y económica de todos los españoles. Tendrían que retirarle el carné de gobernar y convocar elecciones generales para que haya un nuevo conductor al frente del país.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito