¿TÚ TAMBIÉN?
Cine alemán en tiempos oscuros
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión13-12-2010
Es costumbre del cine rescatar periodos históricos, ambientes, personajes y cosmovisiones de otras épocas. Estas películas suelen sufrir críticas por carecer de fidelidad histórica, por errores de ambientación y, sobre todo, por pecar -como el mal historiador- de interpretar bajo las categorías del presente las ideas o actuares del pasado. Así, los conflictos del Alejandro Magno de Oliver Stone son más propios de un postmoderno del siglo XXI que de un griego del IV a. C.; el feminismo de la “verdadera historia” contada en el último Rey Arturo sería absurdo en tiempos de la leyenda; y de la honda intimidad con Dios del Robinson Crusoe de Dafoe no queda nada en el guaperas de Brosman o en el psicologismo naufragado de Tom Hanks. No obstante, cierto cine de los últimos años, sin autoproclamarse necesariamente como “histórico”, sabe respetar esos mínimos para que el aficionado no tuerza el entrecejo, además de ofrecer una clave común muy valiosa: nos revela la grandeza de hombres reales, de carne y hueso, en tiempos de oscuridad. Es el caso de Cónsul Perlasca, El noveno día y Sophie Scholl. Los últimos días. Tres buenas películas que invitan a repensar la historia con otros ojos y nos muestran tres modelos de vida tan atractivos que eclipsan los males de la II Guerra Mundial. Rescato ahora esas películas porque la Navidad es un momento histórico en el que recordar grandes momentos históricos. Otro día repasaremos cine navideño. Hoy, bastan estos tres nombres propios: Sophie Scholl, Heri Kremer (Jean Bernard, protagonista de El noveno día), Giorgio Perlasca. Tres personas de carne y hueso que el cine -y la historia pupular- han tardado demasiados años en desenterrar. Tres modelos de luz para tiempos de oscuridad. Tres personas que, aun en tiempos de oscuridad son capaces de proponernos un lugar donde la vida se ensancha.
