ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Hay wikileaks hasta en Corea
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional05-12-2010
Wikileaks ha vuelto a filtrar documentos clasificados sobre las actividades de Estados Unidos y otros países. Como no podía ser de otro modo, el asunto de Corea también está entre los archivos. Según éstos, China apostaría por potenciar el diálogo entre las dos Coreas para alcanzar la reunificación y se estaría cansando de la actitud del régimen norcoreano. Durante las últimas décadas y especialmente desde la caída del bloque soviético, el Gobierno chino ha sido uno de los principales apoyos del Corea del Norte. Sin embargo, Pekín se está empezando a desmarcar de Pyongyang y parece que la relación es proporcional: a mayor provocación de Corea del Norte mayor es su alejamiento de China. A todo ello se suman las peticiones estadounidenses para que las autoridades chinas presionen más a Kim Jong-il. El ataque norcoreano a una isla habitada de Corea del Sur -ocasionó varios muertos- es un paso más en las constantes bravuconadas del dictador Kim. Aunque en esta ocasión ha tensado demasiado la situación, su actitud no es nueva. Corea del Norte sabe moverse en la tensión y no duda en amenazar a sus vecinos del sur para lograr ayudas a cambio de deponer su actitud. Todo ello con la intención de mantener su hermético sistema comunista. Su gran baza es su enorme potencial militar y el haber desarrollado armas atómicas. En cualquier caso, llegará un momento en que esta situación tenga que cambiar. La gran esperanza estaba puesta en la muerte de Kim Jong-il, pero éste ha nombrado sucesor del régimen a uno de sus hijos y no parece que vayan a registrarse cambios notables en la gestión del país. Por tanto, no es descabellado pensar que a Corea del Norte se le vaya la mano en sus provocaciones y ataques a Corea del Sur y ocasione un conflicto bélico (en el que la posición de China sería fundamental). Una guerra en la que Estados Unidos apoya al Ejército surcoreano y que significaría el fin de la dictadura norcoreana pero que sería muy trágica.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD