ANÁLISIS DE ESPAÑA
Rubalcaba ya ejerce de presidente
Por Alejandro Requeijo
2 min
España05-12-2010
El Gobierno se puede apuntar un tanto por su manera de gestionar la crisis de los controladores. Aunque para ser sinceros, más que el Ejecutivo, las decisiones que permitieron atajar la situación en 24 horas llevaron el sello inequívoco del vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba. Sobre todo teniendo en cuenta el papel jugado por el presidente oficial, José Luis Rodríguez Zapatero, inexplicablemente desaparecido ante una decisón sin precedentes en democracia como es la declaración del estado de alarma. Así las cosas, el mayor gesto de contundencia y firmeza que se le recuerda al Gobierno socialista ante una situación adversa difícilmente se podrá atribuir al líder del Ejecutivo, sino a quien los rumores sitúan como el mejor colocado ante la hipótesis de que Zapatero no sea el candidato para 2012. Dicho sea de paso, esa contundencia no se le intuye tampoco a Rajoy, quien no se caracteriza precisamente por atajar rápido los problemas. El último ejemplo es la división en el PP asturiano en torno a la incómda figura de Álvarez Cascos. Seguramente Zapatero no se puso al frente de la gestión por miedo a que saliese mal y eso le costase un desgaste añadido. Quizá se acordase de lo que fueron los días del secuestro del Alakrana, una auténtica charlotada organizativa, en la que, por cierto, no estaba el actual vicepresidente y sí De la vega o Moratinos. Entonces ya se dijo aquello de que "un gabinete de crisis sin Rubalcaba es un gabinete en crisis". Además el vicepresidente sigue marcando distancias con Blanco, quien sí debería haber evitado hace meses que el conflicto con los controladores llegase a este punto. De ahí que el Gobierno tiene también una alta cuota de responsabilidad. Pero es cierto que no era fácil imáginar que los controladores fuesen a hacer tal alarde de su mezquindad. La gestión ha sido rápida, sin descanso, transparente, coherente, sin titubeos. El Gobierno y en concreto Rubalcaba ya ha demostrado que sabe cómo hacerlo. La pregunta por tanto es obligada: ¿por qué el Ejecutivo no practica la misma contundencia en otros aspectos como la relación con Marruecos o la adopción de medidas contra la crisis?.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio