ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Un país hibernando
Por Gema Diego1 min
Economía03-10-0110
Ha llegado el frío y todos los actores económicos parecen dispuestos a meterse en una cueva, con una manta y poco que hacer, para hibernar. Esto es lo que ha ocurrido con la huelga general: la llamada sindical no ha supuesto un estímulo suficiente para que los trabajadores abandonaran la cueva; y sucederá el año que viene a la hora de aplicar los presupuestos generales, que dejan tan poco margen para la inversión que sólo dan ganas de desaparecer del mapa y esperar a que lleguen tiempos mejores. Con este panorama, los más de cuatro millones de parados que seguirá habiendo en España en 2011 -según las previsiones que maneja el propio Gobierno- lanzarán este fin de año una moneda al aire para ver si el próximo ejercicio les viene de cara y se van a convertir en algunos de los pocos afortunados que podrán dejar su letargo para obtener un puesto de trabajo. La austeridad manda. No se pueden hacer excesos, porque no hay; pero a este paso, si no se toman ciertos riesgos, no habrá para mañana. Nuestros vecinos -Portugal- se aprietan el cinturón hasta casi ahogarse. Aquí aún no hace falta. Quizás porque hemos ido tirando de él de agujero en agujero. Rezamos para no experimentar el dolor de abrir uno nuevo. Este invierno pide mantas y calefacción para no asomar la nariz al duro exterior. Pero cuidado si ésta no es de gas natural, porque si funciona con electricidad o butano puede dar, todavía, un disgusto más en las facturas.