ANÁLISIS DE LA SEMANA

Buen Acebes

Por Amalia Casado2 min

España10-03-2002

Acebes gana puntos cada día. Cuando hace unos meses presentaba el proyecto de reforma de la Justicia dejó boquiabierta a la oposición y a los propios miembros de su partido. La Carta de derechos de los ciudadanos ante la Justicia vuelve a mostrar a un político que, lejos del desengaño de muchos, parece tener clara su misión dignificadora: la política es el arte de gobernar la cosa pública en pos del bien común, y difícil es que quien gobierna no se sienta tentado a perseguir intereses particulares. Parece Acebes uno de esos talantes admirables que conocen y ejercen eso que se conoce como “caridad política” -Caridad no es beneficencia, ni dar lo que sobra, ni compadecerse desde las alturas del que tiene menos, sabe menos...-. Tuvo durante un tiempo que ejercer de secretario general del PP, en una época en la que fueron víctimas de atentados de ETA varios ediles de su partido. Se ha destacado la humanidad que caracterizaba a este hombre, lo cercano, sencillo y sensible al dolor ajeno que se mostraba, siempre atento a las necesidades de los demás. Desde entonces hasta hoy ha aumentado la sensación de inseguridad de los no nacionalistas en el País Vasco, especialmente de aquellos que dedican su vida a esa cosa pública que es el Estado. Ahora ya no es sólo cuestión de dinero para financiar con fondos públicos la seguridad de los ediles: el problema es la falta de guardaespaldas preparados para ejercer dichas funciones. El asunto adquiere tintes de película de miedo, en la que el perseguido es ya incapaz de encontrar un refugio o un espacio de seguridad donde se sienta protegido. Es una tranquilidad que los partidos políticos vascos se hayan reunido de nuevo para tratar el asunto, y que alcancen puntos de acuerdo. Que no asista al encuentro el representante del Gobierno... eso ya puede explicarlo el propio Gobierno porque no es fácil de entender. ¿O es que no es un problema de todos los españoles?

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Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo

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EstarHoy no es igual que ayer¡Que viva!TránsitosMaravillarseDomingoAbrazaQuien ama, sabeAhora veoMi recámara de la felicidadPerdonar es perderQuiero bailarNecesitamos una casaCamisa roja sobre tabla grisMenos y másBurbujasDéjate poseerPor qué siempre huele a entoncesQue no se lo llevenLloroEn la sala de esperaSantos santísimosYo escribo para alguienEsto ha cambiadoMis Nobel de la PazMacarena OlivaresPero, ¿cómo ha sido?Catedrales en el cieloBella FlorLa risaHechos de promesasHechos de promesasUn corazón grandeAcumulaciónHambre de ver y oírBombillas y curasAliadosEscapada con músicaFontiosoCerca del dintel, escuchaPor Sara, por tantosMi ejércitoMaríaEmpastada con el fondo¿Equivocarse para aprender?En este mundoDos horas y cuatro párrafosLas montañas son azulesDomingo de respuestaTú eres rojoTu nombre... puntos suspensivosOjos limpios¬In his hands¬Lo ha dicho en altoOído cocinaLabuat: del frío mármolGanarse el sueldoReivindico la compasiónAlisterEn la cocinaEl ciprés de ColónAcierta con tu regaloCasi lo odiabaAmada y la película ¬Guadalupe¬Libros a cambio de copasPor tantos motivosMenos es másNo más que una cáscara de nuezCristal y nubeSer de, por los siglos de los siglosMemoria YaPure FashionHechos para niñosLo de siempre, como nuncaVolverNegro sobre blancoCárceles que liberanPodemosEducar con amor, educar el amorEligió la cumbreMezclarX tantosMadre de un muerto o de un vivoVer la luna con los ojos cerradosSuecia necesita rojo sobre grisNos va la vida en la vidaNi de mi memoriaHilos invisibles para toda la vidaVeredicto: heridasVeredicto en esperaTrampas al solitarioPorque se pronunciaDerrotados e incombustiblesPalabras para PabloLos que me quitan la sedLos magos sí saben cómo regalarNoticiónVolverA DiosToma mi libertadCaídos, víctimas, mártiresConde Maragall¿Es que usted se cree las mentiras?Público: la mentira alternativaNi con algo ni con nadieEn blanco18 y 19Memoria de blancoValientes respuestas‘BerSo’ de la muerte con “b” de bárbaroCambia el modelo¿Objeción o 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