ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Razones (o no) para una huelga
Por Gema Diego2 min
Economía26-09-0110
¿Ir o no la huelga el 29-S? Ésa es la cuestión. Las dudas nacen porque esta huelga no será perfecta: viene lastrada mediáticamente por campanas que, agoreras, pronostican su fracaso; viene viciada por la herida que supone que unos socialistas se revuelvan contra otros socialistas -aunque, por otra parte, señores, esto es la pluralidad-; llega tarde, remolona, con el afán de cargar contra un gobierno a pesar de saber que un gobierno de los contrarios no es la solución; quiere cargarse una reforma laboral que ya está aprobada; y encima, se cierne suspirando por la libertad, con unos clamando con que los piquetes no les dejarán ejercer su derecho constitucional de trabajar y con otros quejándose de que cualquiera hace huelga, otro derecho también constitucional, con el jefe amenazando con la vara por detrás. Será una huelga tremendamente imperfecta. Pero, ¿quién puede pedir perfección en mundo absurdamente imperfecto? Por supuesto que los sindicatos podrían funcionar mejor. Pero si en este país son casi las únicas fuerzas capaces de sustentar con garantías para los trabajadores una protesta, deberíamos aprovechar el momento para pedir explicaciones. Para rebelarnos contra unas medidas que se ensañan con rentas bajas y con quien no tiene la culpa; para gritar que los jóvenes nos quedamos sin futuro, que nos cortan las alas antes de salir siquiera del nido porque no hay oportunidades para el que empieza; para poner de relieve la mano de obra que se desperdicia en EREs y prejubilaciones. Porque este problema es mucho más profundo que reclamar la dimisión de un presidente, mucho más complejo y estructural que echarle la culpa a la gestión de una legislatura. ¡Basta ya! Queremos que nos gobiernen con visión de futuro. ¡Queremos que dejen de basar las reformas laborales en abaratar el despido! ¿Es que este país no tiene otros problemas laborales mayores, que son los que están impidiendo reducir el paro? Hay una razón más para secundar esta huelga, aun con todas sus imperfecciones: el respeto a todo el bagaje de derechos conseguidos a base de lucha. Quizás en otros tiempos los sindicatos fueron otra cosa y la gente tuvo más arrestos, más idealismo, o menos que perder. Pero tan sólo por las vacaciones, por los descansos, por los permisos, por los horarios fijos… tan sólo por tener eso deberíamos gritar para que no nos lo quiten. Porque no hay nada peor que el conformismo y el silencio para que te tomen por el pito de un sereno… y para que rebanen poco a poco tu bienestar en aras de un descompensado sacrificio por el bien ¿común?