SIN CONCESIONES
Ataque de cuernos
Por Pablo A. Iglesias3 min
Opinión02-08-2010
Este es el verano de los toros. Nunca se ha hablado tanto de la Fiesta Nacional como ahora. Y eso es bueno. El boicot de Cataluña a las corridas taurinas ha logrado su objetivo pero ha levantado una gigante ola popular a favor de una de las tradiciones españolas más conocidas en todo el mundo. España no sería lo mismo sin el toro. Por algo al mapa del país se le llama piel de toro. En las carreteras hay toros de Osborne indultados por la ley ante su aplauso social. En el extranjero nos visten de matadores aunque sólo unos pocos valientes se atrevan a ponerse delante de unos cuernos tan afilados como los de un miura o un vitorino. El toro es nuestra mejor bandera internacional. Es la mejor marca de España en el mundo. Es nuestra imagen, nuestra historia, nuestras raíces, nuestra tradición y nuestra cultura. Quienes han ayudado a prohibir los toros en Cataluña están a favor de abolir todo lo demás. Que los políticos se amparen en los derechos de los animales para dar la puntilla a la Fiesta es una más de sus hipocresías. Prohiben las corridas de toros, que están reglamentadas y donde únicamente participan profesionales. En cambio, permiten toda clase de barbaridades con los toros embolados. Esa sí que la consideran tradición catalana y por eso la protegen, a pesar de que en los pueblos se colocan antorchas de fuego en los cuernos de los toros, les tiren salvajamente del rabo y les den toda clase de golpes mientras caminan por las calles. Ahí los políticos olvidan los derechos de los animales. Tampoco les importan las condiciones en las que viven las gallinas, los cerdos y las vacas que sirven para alimentarnos, habitualmente hacinados en granjas con luces permanentemente encendidas para que crien y engorden más rápido. Ahora la han tomado con los toros como hace dos años quemaban las fotografías de los Reyes. Todo lo que tiene que ver con España es atacado de forma permanente desde Cataluña. Los promotores son unos pocos radicales independentistas. Pero lo grave es que esos locos son imitados por nacionalistas moderados y especialmente por socialistas nacidos en Andalucía como José Montilla. Tratan de captar votos ante las elecciones autonómicas de otoño. En lugar de presentar sus propuestas y debatirlas, recurren a las entrañas de la gente para movilizar a sus simpatizantes. Dentro de cinco meses, cuando haya pasado la cita con las urnas, todos los antitaurinos que se manifiestan este verano en La Monumental de Barcelona se quedarán en sus casas porque el objetivo estará conseguido y buscarán otra excusa con la que atacar a España. Lo fácil es prohibir, coartar las libertades de los demás para imponer sus propias creencias. Otra vez caen en su hipocresía e incoherencia. Quienes ahora censuran la tauromaquia son los mismos que hace un cuarto de siglo cruzaban la frontera a Francia para ver películas subidas de tono. Son los mismos que atacaban la dictadura de Franco por llevar su régimen a todos los espectros de la sociedad. Son los mismos que hace apenas cuatro años reclamaban libertad para que las personas del mismo sexo pudieran casarse con el argumento de que no molestaba a nadie. Son los mismos que ahora no permiten ese mismo razonamiento a los aficionados que pagan por entrar en la Plaza de Barcelona. Son los mismos que en el Congreso de los Diputados presentan mociones a favor de la eutanasia humana; a la vez que defienden la vida del toro quieren aprobar una ley para que un médico pueda matar a un ser humano. Estos mismos que ponen a los animales por encima de las personas son los que reclaman libertad cuando a ellos les interesa. Y los mismos que se llenan la boca hablando de empleo en tiempos de crisis económica, son los que quieren acabar en Cataluña con un negocio que genera miles de millones cada año. No es por el toro. No. Sólo es por acabar con cualquier atisbo de españolidad para creerse una nación un poco más independiente por el mero hecho de prohibir las corridas taurinas.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito