ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
No se puede esperar más
Por Isaac Á. Calvo
1 min
Internacional02-05-2010
La Unión Europea no puede, ni debe, esperar más para ayudar a Grecia. Lleva varios meses buscando cuál es la mejor forma de hacerlo pero cada día que pasa supone ahondar en la crisis económica del país heleno y, por extensión, de otros socios comunitarios. Cuando la incertidumbre y la desconfianza se instalan es muy difícil superarlas y se necesitan medidas urgentes y decididas. Viendo el caso griego y cómo ha estado maquillando cifras es normal que esa desconfianza haya llegado hasta Bruselas. El plan de rescate está ultimado pero los gobiernos que ponen el dinero quieren tener las máximas garantías, una actitud de lo más normal. Sin embargo, la situación es tan grave que es mejor salvar a Grecia ahora, pese al riesgo para los donantes, que esperar más tiempo para seguir buscando garantías. Si esto último ocurre, el riesgo de quiebra del sistema griego es enorme y las consecuencias para otras economías europeas, imprevisibles. Se ha llegado a una especie de callejón sin salida en el que no hay más remedio que dar un balón de oxígeno al Estado heleno e intentar que la calma vaya recuperando terreno. Una vez que se abandone el oscuro túnel habrá que analizar qué mecanismos de control han fallado y adoptar medidas para que situaciones como éstas no se repitan. Formar parte de un club tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Y en casos como éste, no es muy ético dejar tirado a uno de sus miembros cuando más lo necesita, pese a que no se haya portado bien. Lo correcto es ayudarle y una vez recuperado intentar que sucesos como los sufridos no vuelvan a producirse. Eso sí, si llegado ese momento, se ve que Grecia no está arrepentida y no tiene propósito de enmienda habrá que ver qué se hace con ella.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD