CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Mustafá y el multiculturalismo
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión24-02-2002
Mustafá protesta porque no quiere que sus hijos se formen en un colegio católico. Tiene “miedo” de que les “confundan” y considera “una ofensa” los símbolos cristianos que se muestran en el colegio que les ha sido asignado. Clamando contra semejante injusticia, ejerce su libertad de expresión, aparece en las portadas de periódicos independientes reclamando derechos, asegura que no es democrático que le impongan esa formación a sus hijos ni que se les imponga estudiar religión católica. Mustafá no sabe que si puede dar formación gratuita y laica a sus hijos, si puede educarlos en libertad y en valores sin que nadie trate de “confundirlos”, si puede acudir a un centro católico siendo musulmán sin que eso suponga una ofensa, si puede ejercer su libertad de expresión, si puede aparecer en un periódico criticando una realidad social, si puede reclamar algún derecho es, precisamente, porque está en un país de cultura y tradición occidental, es decir, griega, romana y cristiana. Y porque la cultura occidental es la que permite todo eso, como no lo permite la suya, la islámica. Mustafá se viene a España porque aquí tiene todos esos derechos, pero no quiere que les enseñen a sus hijos la cultura que sustenta dichos derechos. Tremenda incongruencia. Señor Mustafá, si quiere educar a sus hijos en los valores de su religión y su cultura, lléveselos a su tierra, donde ningún crucifijo le molestará, ya que en muchos países con su religión y cultura se condena a muerte a quienes portan una Biblia. Lléveselos a su patria, Marruecos, donde apenas existe la libertad de expresión, ni asoman periódicos independientes, ni sueñan con enseñanza pública laica. Pero, si realmente quiere disfrutar de estos derechos que tenemos en occidente, deje que sus hijos sepan qué cultura los sostiene. Señor Mustafá, usted no sabe que una cosa es estudiar religión y otra convertirse a una religión, porque usted no diferencia religión, cultura y Estado. Pues si quiere integrarse aquí, ya es hora de que empiece a hacerlo.