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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Trastornos

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad24-02-2002

Los psiquiatras dicen que todos los hombres tienen algún trastorno de la personalidad. El envidioso, el orgulloso, el tímido, el escandaloso... son enfermos mentales en proyecto. Sólo tienen que surgir las circunstancias para que la característica elemental de cada personalidad se convierta en una patología que en muchos casos no tiene en cuenta el sistema sanitario español. La inmigración. ¿Pañuelo o no? Los que antes decían que sí a los inmigrantes ahora dicen que no, y viceversa. ¿Acaso la sociedad no está como una cabra? Tiene una personalidad inestable, impulsiva, manejable. Lo que hace unos años era ayudar al extranjero para mantener el bienestar en España, ahora significa dejar al inmigrante que obligue al español a adaptarse a él, según las versiones. Unos hablan de acogida, pero con deberes y derechos, y que la Constitución es de todos. Otros hablan de maltrato. Las contradicciones en la vida diaria son muchas. La sociedad está trastornada. No se sabe dónde están los derechos y las obligaciones. Si uno debe quejarse porque el compañero de trabajo le echa el humo del tabaco en la cara o si cualquier españolito de a pie –y persona venida de lejos también- va al médico para curarse o para morirse mientras espera. La contradicción llega también al mundo del cada vez menos tabú sexo. Inspiran lástima esas niñas apenas vestidas que salen a las calles de Madrid con la noche. Las prostitutas se quejan de que los vecinos de los lugares donde ellas trabajan están incómodos. De momento, ellas se han manifestado y han redactado un código ético de conducta –tendrá que aplicarse-, que quizás deberían firmar también con cláusulas similares algunos compañeros de trabajo, a quienes se les va la mano o la lengua cuando piensan en el sexo. Quizás deberían pasar por una consulta psiquiátrica, si es que tienen remedio.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo