ROJO SOBRE GRIS

Macarena Olivares

Por Amalia Casado2 min

Opinión04-10-2009

Ha estado en cientos de bodas detrás de la cámara, inmortalizando los pequeños detalles y los grandes momentos. Sus álbumes de fotos y sus reportajes nos cautivan a todos, porque son verdaderas obras de arte hechas con los pedacitos de vida que confluyen ese día especial, y que gracias a su sensibilidad y audacia quedan registrados para defender nuestra memoria del efecto borrador del tiempo hambriento que todo lo devora. Macarena es fotógrafo. Macarena Olivares. Lo es no porque estudió fotografía ni porque tenga un título –que no lo tiene-. Es fotógrafo. Punto. Auténtica, de raza. Aprendió con cámara en mano llevada por su intuición y su sensibilidad. Autodidacta. Es una delicia fijarse en ella y verla trabajar. Es como el aire. Está ahí, pero no la ves. Apenas notas su presencia. Dicen que ésa es una de las virtudes del buen fotógrafo: saber hacerse invisible. Flexible como una contorsionista, no hay ángulo que se le resista. Tiene un oído de murciélago, y eso para un fotógrafo es como tener ojos en la espalda. Se mueve con la agilidad de una gacela, es rápida, y disfruta haciendo lo que hace. Se devora los detalles, las miradas, los gestos, lo que para otros pasaría desapercibido. Hablaba con ella el sábado, precisamente en la boda de una de mis mejores amigas, que es quien me la presentó. “No es lo mismo cerrar los ojos que rezar”, me dijo en un momento Macarena. Entonces me di cuenta de su gran virtud, del don verdaderamente especial que tiene y que la convierte en una artista. Ella ve lo invisible; las palabras detrás de una mirada, las horas de cariño invertidas en un papel, la vida entera entregada por unos hijos detrás de un abrazo, los planes de futuro que se entrelazan en las manos de unos novios que se agarran uno al otro entre nerviosos y tímidos. Ella hace “click” y, de repente, se hace visible lo que era invisible; se traduce a una imagen lo que no tenía cuerpo. Para siempre. Para ser nuestros ojos. Para ser nuestra memoria. Rojo sobre gris, Macarena, porque has convertido tu don en arte. Porque nos ayudas a ver.

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Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo

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