CASO GÜRTEL
La soledad del tesorero choca con la defensa oficial impuesta por Rajoy
Por Alejandro Requeijo
2 min
España24-07-2009
Contentos pero no revueltos. Tanto el PP como su tesorero nacional, Luis Bárcenas, manifestaron su alegría por haber podido defender ante el Tribunal Supremo su inocencia en el caso Gürtel. No obstante, la imagen del jefe de las cuentas del PP acudiendo en solitario al alto tribunal choca con la defensa cerrada que, al menos de manera oficial, han venido practicando los populares con su líder, Mariano Rajoy, a la cabeza.
Tres meses después de que su nombre apareciese por primera vez en los documentos incautados a la trama, el tesorero y senador del PP, Luis Barcenas, declaraba ante el juez por la comisión de un presunto delito de blanqueo de capitales y otro de cohecho. Pero acudió sólo y se fue sólo. En contra de lo que suele ser habitual en este tipo de citaciones judiciales, Bárcenas no estuvo acompañado por ningún miembro de su partido. Sólo estaba él en la foto que recogía su entrada al tribunal.. Esta soledad se produjo a pesar de que, desde el partido, la línea oficial impuesta por su líder, Mariano Rajoy, es la de defender el derecho a la presunción de inocencia de su compañero. Eso y el argumento de que la investigación del caso Gürtel se trata de una “persecución machacona” del Ejecutivo socialista contra el principal partido de la oposición usando para ello los servicios jurídicos del Estado. Pero una cosa es la política de partido y otra las opiniones personales de sus dirigentes. Y la continuidad de Bárcenas al frente de la Tesorería del PP ha generada fisuras, no sólo en el partido, sino en el propio entorno de Rajoy. Destacados dirigentes como el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, manifestaron públicamente sus dudas acerca de que Rajoy no haya instado ya a Bárcenas a dimitir. Pero el presidente del PP mandó firmes e impuso la ley del silencio en todo lo que guarde relación con el caso Gürtel. A la hora de hacer valoración de la comparecencia de Barcenas, el elegido para dar la cara fue el líder de la formación en Andalucía, Javier Arenas. Se limitó a calificar como "una buena noticia" que el tesorero del partido hubiese tenido “la oportunidad de defender su inocencia". Para Arenas,"lo importante es saber cómo se desarrolla esta declaración y las conclusiones". La misma situación de soledad le tocó experimentar tan sólo un día después al diputado nacional, Jesús Merino. Mismo escenario, mismos delitos e idéntico abandono del partido. Posteriormente, fuentes populares –que declinaron identificarse- aseguraron que fueron los propios implicados los que solicitaron no ser acompañados y que Rajoy estuvo en todo momento informado del desarrollo de ambas comparecencias por medio de su secretario de Libertades Públicas, Federico Trillo.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio