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EL REDCUADRO

Trini, no nos tranquilices

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión03-05-2009

Trinidad Jiménez me ha recordado a aquel gobernador civil de Sevilla en la noche del terremoto del 28 febrero de 1969, cuando la gente se echó despavorida a la calle, corriendo si hay que correr, en pijama unos, en camisón de dormir las otras, salió por los micrófonos de Radio Nacional de España y dijo: — Calma, señores, calma, que ya están tomadas las medidas para que el seísmo no vuelva a repetirse. A partir de aquel momento fue cuando la gente cogió pánico de verdad, y algunos llegaron, llegamos, corriendo hasta el campo del Betis. Lo de la ministra de Sanidad me ha recordado aquella noche de los tembliques, el primer 28-F memorable que hubo en Andalucía. Con la gripe porcina, yo no tenía el menor miedo. Hasta que salió Trinidad Jiménez diciendo que nos tranquilizáramos. No hay nada más desasosegante que te quiera dar tranquilidad una persona a la que se le ve a leguas que sabe del mal que nos aflige aproximadamente como tú, que no tiene cochina idea. ¿Dónde ha hecho Trinidad Jiménez el máster sobre gripe porcina? Pues yo se lo voy a decir a usted: donde mismo Celia Villalobos hizo el máster sobre el hueso del puchero cuando las vacas locas. En la misma Facultad en que La Maleni estudió lo de la nevada. Como ven, no se trata del Ministerio de Sanidad específicamente, sino que es un genérico del poder, que afecta tanto al PSOE como al PP, si será grande la desgracia de España... Si serán grandes las duquelas de España, que cuando ocurre una catástrofe o viene una enfermedad galopante o de trote cochinero del jinete del Apocalipsis, que se lleva a las criaturitas por delante a manojitos, por si fuera poca la desgracia que nos aflige tenemos encima que padecer que un alma caritativa en forma de ministra sin zorra idea venga a tranquilizarnos. Lo que más me preocupa de la gripe porcina es que Trinidad Jiménez me diga que no me preocupe. Ese hecho es ya por sí mismo bastante preocupante. Mi Trini, ay, mi Triniá, no la de la Puerta Real, sino la del Ministerio de Sanidad, ha dicho algo terrible sobre la gripe porcina, de echarse a temblar: «España está preparada». Ojú. Eso mismo dijo ZP sobre la crisis, que España estaba más preparada que nadie y que nuestro sistema financiero era más fuerte que La Sansona, que arrastraba los camiones con los dientes, y ya ven: vamos por los 4 millones de parados. Lo de «pre-parados» de ZP sería seguramente porque era todo previo al arreón de los parados, que él veía venir los 4 millones y los que te rondaré, morena. Con ese precedente de la economía, Trini podía haberse ahorrado el desasosegante anuncio sobre la preparación de España para hacer frente a la gripe porcina. ¿Cómo estamos de preparados contra los virus? ¿Igual que estábamos contra la crisis económica, menos o más todavía? Y por si la Trini no fuera suficiente, sus islas adyacentes. Después que Trini me dijo que no me preocupara, tuve que tomarme un cañonazo de lexatines cuando salió la consejera de Salud de Andalucía, María Jesús Montero, con más de lo mismo y, encima, con la soga en casa del ahorcado sector porcino de nuestra ganadería: «No existe riesgo alguno para la salud por el consumo de carne porcina, entre otras razones porque se consume a temperatura, lo que hace que el virus porcino muera». Vamos, como el hueso del puchero de Celia Villalobos o el bichito de la colza, pero en clase de cerdo. Lo que le faltaba a los ganaderos de porcino es que los cochinos encima cogieran la gripe. ¿Cuántos miles de toneladas de carne de cerdo se han dejado de vender por la imprudencia de estas señoras que no se tranquilizan ni ellas mismas? Como lo del coche usado de los políticos americanos: ¿a que usted no le compraría un jamón a Trinidad Jiménez?

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor