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ORIENTE PRÓXIMO

Los posibles socios de la derecha israelí

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional22-03-2009

Benjamin Netanyahu tiene en la derecha israelí a sus mejores aliados para formar el nuevo Gobierno. Un crisol de partidos que si bien le facilitarán apoyos en el Parlamento podría dificultar la gobernabilidad del país y, sobre todo, el eterno proceso de paz en Oriente Próximo.

De momento, Netanyahu, del Likud, ya ha decidido contar con el partido de Avigdor Lieberman, Israel Beitenu, para formar su futuro Gobierno. Lieberman es un individuo polémico de puertas para afuera, que ha destacado por su mensaje antiárabe y opción de mano dura contra la resistencia palestina. Israel Beitenu es un partido que se opone manifiestamente a los árabes israelíes, al considerar que destruyen el principio “Israel para los judíos”. Por ello, rechaza el retorno de los palestinos a su antiguo hogar en tierra israelí y exige apoyar fehacientemente el retorno de todos los judíos fuera del país. Además de reivindicar los asentamientos judíos en la Franja de Gaza -lo cual se contrapone a la reivindicación clásica de las colonias en Cisjordania- el partido, considerado ultraderechista y ultranacionalista, ha pedido en más de una ocasión que los árabes israelíes juren fidelidad a Israel. Más a la derecha de Israel Beitenu se sitúa Unidad Nacional (Halmud HaLeumi) una formación que rechaza todos los acuerdos firmados por Israel, especialmente el de Oslo, y pide su inmediata revisión. Unidad Nacional rechaza el Estado palestino, defiende la opción militar contra Gaza y exige la legalización de los asentamientos en Cisjordania. Quizá una de las propuestas más llamativas del programa político de Unidad Nacional sea la supresión del control al poder legislativo. A juicio de este partido, el Tribunal Supremo no debería tener capacidad de anular las decisiones del Parlamento, lo que en la práctica le permite hacer cualquier cosa. Aunque también de corte ultraderechista, en un plano algo distinto habría que situar a los religiosos sionistas de Hogar Judío (HaBayit Ha Yehudi), a los sefardíes ultraortodoxos del Shas y sus homólogos asquenazíes del Judaísmo Unido de la Biblia (Yahadut Ha Torah). Igual que Unidad Nacional estas formaciones promulgan que la Ley Hebrea se aplique en el sistema judicial israelí y piden que la religión tenga más influencia en la sociedad israelí, por ejemplo, ampliando las restricciones que se aplican en la jornada del sabbat, como la prohibición de que funcionen los servicios de transporte. Sin embargo, sobre todo el Shas y Judaísmo Unido, son de una vertiente ultraortodoxa más centrados en la religión que en la política, por ello no rechazan un intercambio de tierras con los palestinos -como Unidad Nacional- a cambio de garantizar la seguridad para los israelíes.

Fotografía de Miguel Martorell