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ESTADOS UNIDOS

Obama, la superestrella

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional18-01-2009

La toma de posesión del primer presidente negro se ha transformado en un espectáculo digno de las más grandes estrellas del rock. Estados Unidos entero se halla revolucionado con la jura de cargo de Barack Oabama y aún más Washington, donde tienen lugar los actos principales. Allí, incluso la Justicia se ha visto obligar a intervenir para evitar fraudes masivos en las entradas para ver la toma de posesión de Obama.

El preludio a los festejos de su toma de posesión comenzó el pasado sábado, cuando Barack Obama tomó un tren engalanado para cubrir la ruta desde Filadelfia hasta Washington. El presidente número 44 de Estados Unidos emulaba así el viaje de Abraham Lincoln, 16 presidente del país, que ha definido como uno de sus modelos a seguir. A lo largo de los 220 kilómetros, que le llevaron todo el día debido al ritmo del tren y las paradas que realizó, Obama pronunció tres discursos distintos en los que reiteró esa promesa de cambio que representa e hizo un llamamiento a todos los estadounidenses frente a los "tiempos difíciles" que, advirtió, se deberán hacer frente. El domingo, Washington se convirtió en el escenario de un multitudinario concierto a modo de celebración de la toma de posesión del demócrata. U2, Beyonce, Shakira y Bruce Springsteen fueron algunos de los artistas que se unieron sobre los escenarios, como ya lo hicieron a la hora de declarar su simpatía por Obama en la campaña electoral. El lunes 19 de enero, tan sólo a un día de su toma de posesión, Estados Unidos celebra otra fecha histórica, la de Martin Luther King, un activista por los derechos civiles en EE.UU. y Premio Nobel de la Paz cuya célebre frase "Hoy he tenido un sueño" ha flotado a lo largo del recorrido hasta la Casa Blanca de Obama. Tras ese día que el presidente tenía previsto celebrar conmemorando el trabajo comunitario, un área en la que Obama dio sus primeros pasos hacia la política, es la toma de posesión. Un acto festivo con cientos de miles de seguidores retransmitido en directo por las cadenas más importantes del país y del panorama internacional. La fiebre Obama ha alcanzado tal punto que, poco después de ganar las elecciones, saltaron a la luz pública noticias del fraude en la toma de posesión: personas con acreditaciones o facilidades para conseguir una entrada para el acto, estaban subastándolas por Internet a precios desorbitantes de miles de dólares. En cualquier caso, la toma de posesión de Obama marcará un hito en la historia no sólo por ser la primera de un presidente negro, sino por ser una de las que mayor ilusión y esperanza ha generado en un país que, de puertas para adentro, se hallaba deprimido y, de puertas para afuera, había perdido todo el prestigio.

Fotografía de Miguel Martorell