ESTADOS UNIDOS
Obama toma posesión como presidente de Estados Unidos
Por Miguel Martorell
2 min
Internacional18-01-2009
Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, toma posesión de su cargo como jefe de la Administración norteamericana. El ganador de las elecciones del 4 de noviembre sólo se ha tomado dos semanas de vacaciones en Navidad, manteniendo la misma actividad frenética a la que, durante 2008, le obligaron las primarias demócratas y los comicios presidenciales.
En los poco más de dos meses que han separado la histórica victoria en las urnas de Barack Obama a su toma de posesión, el presidente electo ha protagonizado una media de una rueda de prensa diaria. Los asuntos centrales de éstas siempre han sido económicos, directamente influidos por la crisis económica y financiera internacional. El plano económico centrará la mayor parte de la actividad en la Casa Blanca en los primeros meses de andadura. Obama ha logrado, antes de tomar posesión, que el Senado ponga en marcha el plan de rescate financiero elaborado por la Administración de George W. Bush por valor de 700.000 millones de dólares. El dinero de esta segunda parte del plan de rescate debería servir para ayudar a un debilitado sector financiero, con más fortuna que los primeros 350.000 millones, que acabaron en manos de un sector del automóvil arruinado y de unos banqueros asfixiados por las deudas. Obama ha prometido que ese dinero se traducirá en créditos para las familias. A esta promesa se suma una segunda iniciativa económica de 825.000 millones de dólares para reactivar la malograda economía estadounidense. 550.000 millones irán destinados a inversiones en infraestructuras y servicios básicos, y el resto a rebajas fiscales a las que Obama se comprometió en campaña. Al margen de los planes económicos, el protagonismo de las ruedas de prensa que Obama ha ofrecido en los dos últimos meses ha sido para sus nombramientos. Los más destacables: su rival demócrata Hillary Clinton como secretaria de Estado, y el mantenimiento del secretario de Defensa de Bush, Robert Gates, en su cargo para hacer frente a los retos de Iraq y Afganistán. No todos los nombramientos han sido fáciles. Timothy Geithner, elegido como secretario del Tesoro, vio su candidatura -pendiente de confirmación del Senado- manchada por irregularidades en el pago de sus impuestos a la Seguridad Social y por la contratación de una empleada del hogar con los papeles de inmigración sin estar en regla. En este caso, el equipo de Obama defendió el currículum de Geithner y esas manchas como un "error" humano lógico y perdonable. No ocurrió así en el caso de Bill Richardson, quien renunció a la Secretaría de Comercio tras destaparse que estaba siendo investigado por un presunto trato de favor a una empresa durante su etapa como gobernador de Nuevo México. Cubiertos los nombramientos y la economía, Obama ha centrado sus intervenciones en reiterar algunas de sus promesas durante la campaña: el establecimiento de un plazo de retirada de las tropas de Iraq y el cierre de la prisión de Guantánamo, en el que su equipo ya trabaja en colaboración con el Pentágono y el secretario de Defensa. Sin embargo, escudándose en el principio de un país, un presidente, Obama ha preferido mantener silencio sobre la ofensiva israelí en Gaza a la espera de la toma de posesión. En ese momento, ha dicho, se pronunciará más extensamente sobre un asunto "delicado" y del que es más que previsible que no encuentre una solución.
