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DESACELERACIÓN

El fantasma de la recesión habita en las economías americana y germana

Por Rodrigo Marciel IbáñezTiempo de lectura1 min
Economía18-01-2002

El clima de desaceleración que vive la economía mundial ha llegado a las economías que parecían intocables hasta el momento. Dos datos reflejan la peligrosa realidad: Alemania apenas creció el año pasado un 0,6 por ciento, mientras que en EE.UU. los precios caían un 0,2 por ciento en diciembre, reflejo de la caída del consumo, tradicional pilar económico de EE.UU.

En Estados Unidos se observa la situación como algo pasajero, el presidente de la Reserva Federal americana, Alan Greenspan, interpreta cada nuevo dato macroeconómico como algo circunstancial que pronto será superado. Sin embargo, los datos reflejan una realidad, la de una economía que aún parece resentirse de los atentados del 11 de septiembre. En el pasado mes de diciembre la producción en las fábricas descendió un 0,1 por ciento, la cifra más baja desde el pasado julio, el único mes en el que se registró un aumento de la actividad. A su vez, se ha incrementado en un 0,3 por ciento la fabricación de productos tecnológicos, lo que conlleva una inevitable reducción de las inversiones en nuevas tecnologías. En definitiva, el 2001 es el peor año desde 1982 en cuanto a actividad industrial se refiere, ya que la labor productiva cayó un 3,9 por ciento. En la Alemania del canciller Schröder, la situación es parecida. Los datos del aumento de la actividad son los peores que se recuerdan desde 1993. Además del escaso crecimiento, (un 0,6 por ciento en 2001) éste es el más bajo de toda la Unión Europea por delante de la nórdica Finlandia. Según los datos ofrecidos por la Oficina Federal de Estadísticas, el país está cada día más cerca de la recesión; el déficit público ha subido un 1,3 por ciento con respecto al año 2000, lo que puede llevar a la Comisión Europea a dar un toque de atención al Gobierno alemán el próximo 30 de enero. Alemania se acoge a la importancia de sus exportaciones y de sus multinacionales como las principales causas de su deterioro económico, debido a la crisis internacional.

Fotografía de Rodrigo Marciel Ibáñez