ARGENTINA
El FMI pide un plan económico "coherente" al que sumar su ayuda
Por Gema Diego1 min
Economía18-01-2002
Durante la semana pasada, un grupo de parados de La Quiaca -ciudad de la provincia de Jujuy, cercana a Bolivia- personificó la agonía por la que está pasando Argentina. En la calle principal, se crucificaron literalmente, atándose a los postes de la luz y del teléfono. Más allá de esta población, la realidad es que Argentina se desangra mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI), Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europea (UE) ponen condiciones para socorrerla.
El presidente Eduardo Duhalde ha afirmado que su país se halla "entre la espada y la pared". Por eso le ha venido de perlas la prórroga concedida por el FMI en la devolución del crédito Supplemental Reserve Facility (SRF). Argentina debía entregar 933 millones de dólares (algo más de mil millones de euros, unos 170.000 millones de pesetas) el jueves de la semana pasada. Pero el FMI ha sido benévolo esta vez, y ha ampliado el plazo hasta el 17 de enero del 2003. Además, su director, Horts Köehler, ha consentido en ayudar a Argentina en el diseño de una estrategia que la saque de la crisis, siempre que ésta presente un plan "coherente y sostenible". "Estados Unidos está profundamente preocupado por las dificultades que enfrentan Argentina y su magnífica gente", afirmaba el presidente de EE.UU., George W. Bush, a la vez que fijaba sus propios requisitos para echar una mano. Para Bush, Argentina debe evitar políticas proteccionistas, opinión que subrayó con la contundente afirmación de que "la democracia, la seguridad y el libre mercado no se negocian". Si, como dice su presidente, EE.UU. está preparado para "ayudar a soportar la tormenta", en Europa los truenos ya están dañando a algunas empresas, sobre todo españolas. Un informe de la Comisión Europea señala que la crisis argentina afectará de una forma "significativa" a países como España, sobre todo "en los sectores bancario y energético". La UE está dispuesta a negociar con Argentina a través del Mercosur -área de libre comercio formada por Chile, Uruguay, Paraguay y la propia Argentina-, a pesar de criticar duramente las medidas "intervencionistas" de Duhalde. España, en la presidencia de la UE, será la encargada de sacar adelante el diálogo.